La historia del chileno que sufrió con la filtración de sus datos de Ashley Madison (y que jura no ser infiel)
La información de miles de usuarios de la conocida red para "patas negras" fue hecha pública por un grupo de hackers.
Lo que se supone correspondía a una mera actividad laboral terminó convirtiéndose en una situación -cuando menos- incómoda para Jorge, periodista chileno de 31 años. Esto porque es parte de los más de 218 mil 125 chilenos que tenían cuenta en el sitio de citas Ashley Madison, conocido por encontrar en pocos segundos la opción de un touch and go fuera del calor de hogar… algo que los reporteros de El Dínamo nunca haríamos.
Como se supo mundialmente, las bases de datos de este antro de la perdición fueron hackeadas por un grupo de piratas informáticos, quienes liberaron este martes cerca de 10 GB de información, hasta ese momento privada.
¿Hubo susto en Chile? Sí, un poco, principalmente porque de acuerdo a estas estadísticas que presentó Business Insider, Santiago se erige como la quinta ciudad con “más infieles”, lista encabezada por Sao Paulo con 374 mil 542 entusiastas.
¿Hubo algún chileno afectado? Obvio, cómo no, si siempre hay un compatriota metido en todo. “Soy soltero, y ningún brillo”, confidencia entre risas con vergüenza -y poco amor propio- a El Dínamo, cuando le solicitamos esta entrevista. No es fácil darte cuenta de que tu nombre es parte de una base de datos que muchos se dan la autoridad de criticar en su supuesta falta de moral.
– ¿Cómo te encontramos en esto, Jorge?
En una página web salió un sitio donde ingresas tu mail para verificar si apareces en la lista de hackeos, y aparecí poh’… jajajaja. Como no tengo nada que ocultar, me cagué de la risa.
– No obstante, no quieres que publiquemos tu nombre completo…
Porque no quiero. ¡Me ampara la ley! Jajajaja.
– Bueno, no se preocupe. ¿Y por qué te dio la curiosidad de revisar si habías sido afectado por el hackeo?
Porque recordé esa membresía. Me dije, capaz que esté mi mail. Y estaba…
– “Esa membresía”… ¿En qué minuto quisiste entrar al portal?
Como periodista, me tocó entrevistar a alguien de Ashley Madison cuando recién se instaló en Chile y cuando hubo polémica porque aparecía Sebastián Piñera en la publicidad. Y esa persona me regaló una membresía de un mes. Al tiempo la utilicé de puro sapo y fue eso. Me metí una sola vez. No me llamó mayormente la atención. Aparte, aparecer soltero en ese sitio es como chancho en misa, nada que ver.
– Claaaro… por “pega”, ese es un clásico ¿Qué dices a quienes no te creemos?
Me importa pocazo. Este país está lleno de huevones cínicos y que se creen capciosos. Yo me metí de sapo, aprovechando la membresía y eso. Fue “la” vez.
– ¿Y no intentaste reunirte con nadie? ¿Era acaso difícil?
No, no me interesó. Siempre me dio lo mismo.
– ¿Y la infidelidad te da lo mismo?
Un mes gratis era buena oferta, pero no era mi prioridad. Me preocupan otras huevadas.
– ¿Como qué?
La pega, mi vida, mis padres. No creo ser como el típico chileno troglo que para sentirse libre y macho alfa, necesita ingresar a estos sitios. Y sobre la infidelidad, es problema de los huevones, no mío. No soy guardián de la moral porque nadie está libre de eso. Pasa en las mejores familias.
– ¿Te perjudicó o consideras que te puede jugar en contra que tu nombre esté en la nómina de un sitio?
Siendo sincero, es un mail que utilizo para puras leseras. No creo que me complique… espero. Total, no hice nada. Sólo estuve sapeando jajajaja.
– ¿Y no aprovecharías esa membresía para darle un último intento? ¿Una última vuelta?
Debe estar caducada poh’. Duraba un mes desde la fecha de activación. Y si la tuviera aún, de verdad, sigue importándome nada.
