Periódico del Vaticano destrozó la última entrega de Star Wars y la califica de “chabacana”
"The Force Awakens parece más un reinicio que una secuela. No un reinicio con clase, como pueda ser el Batman de Nolan, sino una actualización doblegada a las modas del momento y a un público más acostumbrado a las pantallas del ordenador que a las salas cinematográficas", consignó el crítico del diario.
Cuando una película está próxima a su estreno o ya está siendo exhibida en la pantalla grande, en este caso la esperada Star Wars: The Force Awakens, es normal que aparezcan las críticas de cine, las cuales permiten a los fanáticos saber si una cinta vale la pena ser vista.
Así fue como el periódico del Vaticano, L’Osservatore Romano, publicó su crítica sobre la última entrega de la saga creada por George Lucas y no se guardó calificativos para tildarla de “decepcionante, confusa, sosa y chabacana”.
En la columna, titulada “Confuso y descentrado”, se da cuenta que “el único mérito de la película es demostrar, por comparación, lo elegante, equilibrada y sobre todo apropiada que era la dirección de los capítulos precedentes”.
“The Force Awakens parece más un reinicio que una secuela. No un reinicio con clase, como pueda ser el Batman de Nolan, sino una actualización doblegada a las modas del momento y a un público más acostumbrado a las pantallas del ordenador que a las salas cinematográficas”, agrega el crítico.
Junto con ello, también se dispara contra la dirección de J.J. Abrams, “modulada al más descuidado cine de acción actual, por el efecto contiguo al mundo del videojuego”.
“En las secuencias de acción pura y simple, crucial, es más bien eficaz, pero por lo demás, consiste en una grabación comprometida con un dinamismo gratuito y el abuso de los primeros planos que corroen gradualmente la fuerza de los personales y la envergadura épica de la historia”, argumentó.
Pero el mayor error de la película, a juicio de L’Osservatore Romano, es “la representación del mal, en el diseño de los personajes malos”.
“El homólogo de Darth Vader, Kylo Ren, lleva una máscara evidentemente con la sola razón de emular a su predecesor. Mientras, la figura que debería sustituir al emperador Palpatine como encarnación del mal supremo representa el más grave defecto del filme”, reseñó.
En definitiva, el séptimo capítulo de Star Wars es “el resultado más soso y vulgar que se podía obtener”.