La respuesta de Marcela Sabat a la pregunta de La Segunda sobre su peso
La parlamentaria de RN abordó en detalle su participación en el estelar de Canal 13, “Bailando”, y también se refirió a ciertos complejos con su cuerpo, a la par que entró de lleno a la política contingente.
“Usted está estupenda”, “no haga caso a los ociosos”, “por favor, no adelgace”. Estas son algunos de los comentarios que recibió la diputada RN Marcela Sabat, cuando abordó en detalle lo que será su participación en el próximo estelar de Canal 13, “Bailando”.
Sin embargo, ella, con una mezcla de prudencia y extroversión, manifestó convencida a La Segunda que “¡Al lado de las demás participantes seré una obesa mórbida!”.
Cuando el nombre de Sabat surgió como una de las participantes del programa más esperado de este febrero, y justamente se le criticó, como plantea el vespertino que “dicen que no es el momento para que los políticos se pongan a bailotear…”.
“Uno: no voy a dejar de cumplir mis labores por estar en el programa. Dos: voy a utilizar mis vacaciones para dedicarme a esto. Y tres: Todo lo que gane lo donaré a la Fundación Villa Padre Hurtado”, asegura la diputada, la que además enfatiza que perfectamente puede mezclar ritmo latino, brincos salvajes y ropa ajustada con su labor legislativa.
Es en este contexto en el que se refiere al proyecto de acoso sexual que fue aprobado en comisión. “Hay un 70% de mujeres agraviadas en la calle”.
Además, recordó traumáticas experiencias vinculadas con el tema. “A mí me pasó de ir por la calle y que un señor que me seguía se abriera el cierre y sacara su…”, recordó, y luego agregó que esto le ocurrió “muchas veces. O gallos masturbándose en la micro al lado tuyo. Una vez me tiraron contra una reja, pero como no tenía lesiones no podía hacerse nada ¡Y eso es acoso callejero!”.
Desmitifica además que este proyecto ataque el piropo (“¡Oye, si los buenos piropos yo los agradezco y me río…!”), y entra de lleno a la política: éste es el peor gobierno de la era democrática según ella, y que le preocupa que la Presidenta está estresada y que no lidera.
Quiere que Piñera sea el candidato, y estima que tendría un buen duelo con Marco Enríquez-Ominami. Con pavor da un alarido cuando se le pregunta por “¿Jaime Orpis o Jovino Novoa?”, y sin dudar opta por Manuel José Ossandón en el momento en el que se le compara con Carlos Larraín.
Y a la par de los moretones que ahora le aparecen en el cuerpo tras las lecciones de baile, también se refiere a su relación con su cuerpo, la que es “una relación muy normal. Puede que tenga algún complejo con ciertas partes de mi cuerpo, lo típico de cualquier mujer”.
“¿Cuánto pesa?”, se le pregunta con supuesta inocencia. Y se le desencajó la cara: “No te lo digo ni cagando. No lo sabe ni mi mamá”. Desde acá nos preguntamos si esa misma interrogante se la harían a un diputado… o a Sebastián Dávalos, por ejemplo.