Critican cobertura de farándula: “Primer Plano resucitó a costa de un muerto”
El 22 de abril, en la noche, quienes no salían a empezar su fin de semana, o se preparaban para hacerlo o disfrutaban del placer culpable que entrega un programa como Primer Plano. Y de repente, el tono burlón y festivo que suele empapar las transmisiones del estelar de CHV cambió abruptamente cuando se enteraban de la muerte del ex Axe Bahía, Jefferson Barbosa.
Álvaro Bizama, escritor y crítico de TV escribió una columna refiriéndose a este episodio, en La Tercera, donde desmenuza cómo fue la cobertura de este hecho por el emblemático espacio de espectáculos. “Primer Plano: La hora de la sangre”, se llama la columna, e inicia mencionando que en esta edición debían conversar sobre el presente de José Miguel Viñuela, quien pasó por un tortuoso período en TVN, intentando sacarse el estigma de ser el animador de Mekano.
No obstante, “con lo de Barbosa el show se puso tóxico mientras los viejos miembros de Axe Bahía lloraban al otro lado de la línea, las informaciones cruzadas iban y venían y nadie sabía muy bien lo que estaba pasando. Ver Chilevisión era una experiencia fuerte pero también alienígena. La cultura del periodismo de farándula enfrentaba su primer problema serio mientras trataba de portarse a la altura, entrevistando a los compañeros de grupo de Barbosa, que recién se enteraban de su muerte, urdiendo teorías, buscando en viejas notas de archivo alguna explicación de por qué había caído desde las alturas”.
Por cierto, plantea la columna, que Viñuela pasó a importar en el programa a causa de su condición de “antiguo conocido de Barbosa, de padrino de la moda del axé e Chile”.
Luego, Bizama plantea que “la resurrección de ‘Primer Plano’ sucedió a costa de un muerto y ellos supieron aprovecharlo. Todo era muy extraño y a la vez muy penoso. Les estalló en la cara. En el programa olieron la sangre, figurada y literal, y se lanzaron tras ella. El capítulo terminó siendo extenuante; había que sacarle todo el jugo posible al cadáver aún tibio”.
A renglón seguido precisa que las opiniones que se vertían ahí, apuntaban o aparentaban que “el aporte de ‘Mekano’ a la cultura popular chilena era equivalente en el campo de la televisión al de Patricio Aylwin en política. Desatados, sin más corsé que un sentido común que huía del set, todas las explicaciones posibles sobrevaloran como en torno al hecho, al punto de que se podía terminar creyendo que Axe Bahía era otra señal apocalíptica que decretaba el fin de la transición”.
La columna concluye indicando que “ésta es nuestra televisión, donde la farándula es un infierno menor donde levedad cede paso al horror, como si fuesen lo mismo. Por ahora, la vida sigue y todos corren a atrapar la pequeña luz que la pantalla proyecta sobre ellos. Ya sabemos lo que vendrá. Mal que mal, apenas seis días después de lo de Jefferson y mientras La Cuarta revelaba que su suicidio tenía relación con denuncias de abuso sexual intrafamiliar, su compañera de grupo Flaviana Seeling (quien alguna vez fue entrevistada al lado de una copia de la Copa del Mundo) terminó asistiendo como invitada estelar a ‘Vértigo’”.