Natalia Valdebenito llora al aire durante programa radial por el machismo y el "muñecagate"
La actriz se mostró impresionada por "la naturalidad con que las personas toman decisiones para hacer un chiste como éste".
“Perdónenme que no parta con el ánimo de siempre, yo trato de ayudar para que nos levantemos todas las mañanas. Pero la verdad es que tengo que asumir que estoy muy enojada, pero también lo que más me invade —y por eso les pido disculpas, por mi exceso de sensibilidad— es tristeza. Es tristeza por la noticia del momento”.
Con esa introducción partió hoy el programa “Café con Nata”, de la actriz y comediante Natalia Valdebenito, que se emite de lunes a viernes desde las 9 de la mañana en la radio online Súbela.
Valdebenito se refirió al polémico regalo de una muñeca inflable por parte del presidente de la Asociación de Exportadores de Manufacturas (Asexma), Roberto Fantuzzi, al ministro de Economía, Luis Felipe Céspedes, calificando como ofensiva “la naturalidad con que las personas toman decisiones para hacer un chiste como éste“.
“El límite es el sentido común… En este caso está claro que no son expertos en chistes— yo tampoco lo soy, por lo demás, soy sólo una trabajadora— pero se decidió hacer este regalo como una analogía a la mujer”.
“Disculpen que sea autoreferente, pero la verdad es que después del Festival de Viña mi vida cambió en muchos aspectos, pero en la que más cambió, y en esto tengo que ser honesta con todos ustedes, de la manera que más cambió (se quiebra) fue que todos los días, de alguna manera alguien me trató de lo peor”.
“Y yo, básicamente, subí a hacer mi trabajo, me fue muy bien, a juicio de mucha gente, y porsupuesto que fue así. Sin embargo, por pedir que no nos violen, por pedir que no nos maten, por pedir que no nos acosen, a mí me han tratado de la peor manera. Es decir, pedir respeto es lo que los demás entienden como violento. No entiendo qué es lo que pasa”.
“Esta conversación sacó el velo de lo que somos como país, como personas, como seres humanos: personas violentas, personas egoístas, personas cero empáticas, personas que son capaces de reirse de las mujeres sin ningún pudor. Aquí no tiene que ver con ser graves o no ser graves, con querer reírse. No estamos hablando de que ese tipo de chistes no entra, porque cada uno puede hacer lo que quiera. Por mí, que todos seamos libres”.
“El punto es que mi libertad siempre puede afectar a la del otro. Y es ahí donde yo, sin tener tanta educación ni nada, tengo que ponerme en el lugar de la otra persona, y saber cómo le puede afectar. A nosotras nos afecta, porque todos los días estamos viviendo esto”.
“Es una acción machista… Ellos no serían capaces de ponerse en una situación vulnerable ante nadie, menos los empresarios que han demostrado que son los que gobiernan este país, y que tienen a los políticos a merced de ellos— porque así éstos lo han decidido—, como títeres, y también a nosotros”.
“Entonces si ya nos estan faltando el respeto con nuestro bolsillo, con el IVa que pagamos quienes trabajamos de manera digna, ya nos están faltando el respeto con leyes que solamente favorecen a la gente que va a ganar dinero, pero no a la naturaleza, no a la gente…entonces son tantas las faltas de respeto, que no estoy dispuesta, y creo que nadie más lo va a estar, a aceptar que esto siga ocurriendo”.
“Esto tal vez antes no se notaba”.
“Antes quizás no molestaba que en un matinal bailaran a poto pelado las cabras chicas. Ahora sí, nos molesta. Habla de ejecutivos de televisión con la cabeza sesgada y puesta en los genitales por sobre la intelectualidad que se le puede dar, o el aporte que cada programa de televisión quiera hacer. Ahora sí nos damos cuenta de eso. Ahora sí estamos conversando de esto. Y no vamos a parar en el futuro”.
“Disculpen que me sienta así, disculpen que llore, disculpen, pero la verdad es que vivir en este país es cada vez más peligroso. Y yo no voy a parar en decir que esto es una falta de respeto y que no vamos a aceptarlo. Aunque me digan maraca todos los días, lo voy a seguir haciendo igual. Perdonen la palabra, pero lo voy a seguir haciendo igual”.
“Disculpen la entrada, disculpen la pasión, pero siento que, como dice mi amigo Feluca (Felipe Hernández, productor de programa), hay que hacer algo mucho más allá de las redes sociales, y si hoy yo tengo el micrófono, no puedo dejar de hacerlo”.