Amaro Gómez-Pablos: "Mega tiene un éxito brutal y nada de autocomplacencia"

Luego de sus constantes visitas al matinal Mucho Gusto, a principios de año, Mega confirmó que Amaro Gómez-Pablos se sumaba al canal como parte del área cultural. Allí, el periodista estará a cargo de algunos segmentos de viajes, nacionales e internacionales, dentro del espacio de fin de semana “Historias que nos reúnen”.

A poco más de dos meses de su arribo a Vicuña Mackenna, Amaro se declara “contento” en su nueva casa televisiva y con el nuevo desafío que le plantearon: “Azul Profundo: los secretos del Pacífico”, donde recorrerá la costa de nuestro país, de norte a sur, con la intención de descubrir las características propias de los chilenos que viven frente al mar y, con ello, revelar un rostro nuevo de Chile.

“En los últimos meses en TVN me tocaba hacer muchas más cosas fuera del noticiario y que es el desafío de la adaptabilidad, como bien decía un periódico en la Antártica: ‘O te aclimatas o te aclimueres’. Contento de poder hacer “Y tú qué harías?” o poder desarrollarme en otros programas, en otras facetas”, rememoró.

– ¿Es Mega un desafío más atractivo aún?

– Mega es un salto aún más entretenido, porque implica cultura. Y lo que implica cultura, no es esa cultura reposada, sino el dinamismo de estar haciendo camino y abriendo camino a lo largo de todo el litoral de Chile, hacia el norte, hacia el sur, acampar, conversar con gente entrañable. A su vez, flora, fauna, buceo, historia, de todo un poco. Todos los elementos donde estoy cocinando o quizás, guitarreando. En fin, hay de todo ensamblado en un programa que procura acercarte lo que hay más de Chile, que es mar. Hay más de Chile en el mar que en la tierra, en términos de dimensionalidad. No lo vemos, hay que tratar de hacerlo ver.

– ¿Descartas volver al área de prensa?

– Para nada. Yo soy reportero, periodista, soy calificado para eso. La verdad es que carne de cañón, cuando se necesite o requiera, estoy dispuesto a trabajar. Me gusta la televisión, me encanta la televisión, en distintos ámbitos, ya sea realizando un reportaje duro en las cárceles de Guantánamo o aventurándome en Siria en pleno conflicto. O también la adaptabilidad, la amabilidad de poder recorrer las costas de Chile.

– Llegas a Mega, que ya lleva varios años liderando y también estuviste en plena crisis de TVN. ¿Cómo ves el ambiente en ambos canales con situaciones completamente distintas? ¿Qué hace que TVN aún no pueda despegar?

– Yo deseo lo mejor para Televisión Nacional, fue mi casa, le tengo cariño, respeto, tengo amistades ahí. También observo en Mega que tiene un éxito brutal y no tiene nada de autocomplacencia.

Cobertura en incendios forestales

Tal y como lo mencionaba, Amaro ha recorrido el mundo cubriendo distintos conflictos. En nuestro país se desplegó a distintos sectores al momento de, por ejemplo, el terremoto del 2010, los aluviones en el norte, entre otros. Sin embargo, en esta oportunidad no estuvo presente hace algunas semanas en el sur de nuestro país para cubrir los incendios forestales que azotaron a cuatro regiones.

Aún así, tuvo palabras para referirse a la cobertura que realizaron los canales desplegados en distintos sectores afectados por las llamas. Con respecto a extremos casos, como las críticas hacia Rafael Araneda por el “morbo” en sus despachos y los elogios que se ganó Gonzalo Ramírez por su gesto con una familia damnificada, el periodista señaló que “creo que los medios de comunicación están madurando y las audiencias, a su vez, apreciando más la sensibilidad de turno en tragedias como estas”.

“Creo que en general no hay un libro dorado de reglas a seguir en coberturas. Lo que hay es criterio, tener tacto, y ponerse en la piel del otro. Porque si estás haciendo algo, en terreno como periodista, justamente tratando de sensibilizar a la audiencia y no sensacionalizar y la diferencia es bastante grande. En mi experiencia a lo que se refiere a CNN y CNN Internacional, hay ciertos códigos que se tienen que honrar, incluso una persona muerta también tiene su dignidad”, sostuvo.