FOTO | Pintan grafiti de brocha gorda sobre el icónico mural de Nueva Providencia con Ricado Lyon
Se trataba de la obra 100 caras, un país, del colectivo Vagabundo.
Ubicado en Nueva Providencia con Lyon, el mural llamado “100 caras, un país” fue completamente borrado y reemplazado por un grafiti, cuyo autor es desconocido. A los creadores del primero les llevó casi tres años en hacerlo, mientras que el segundo se hizo a lo largo de una noche.
Luis Ormazábal junto a Eduardo Lobos crearon el proyecto Vagabundo en 2013. Bajo ese nombre empezaron a dibujar en la pared distintas figuras representativas del país. Sobre esos inicios, Ormazábal contó a Pousta: “Fuimos a varios museos para empaparnos con la identidad local y autóctona de cada zona. Buscando la inspiración de patrones, formas, texturas y todo lo que pueda ser un aporte para este proyecto”.
Durante todo ese tiempo la obra permaneció indemne, sin un solo rayado que perjudicara su avance. “Lo más lindo fue que algunos personajes que estaban incluidos fueron netamente aporte de personas que pasaban por el mural y nos decían: ‘Oye! ¿Por qué no hacen al chico de las conchas de Antofagasta?’ Eso ayudó a que el mural se convirtiera en una obra colectiva donde se tomaba en consideración el aporte y consejos de las mismas personas que pasaban y miraban el proceso”.
La obra nunca pudo ser completada. La ruptura del colectivo, así como también la precariedad de la autogestión llevó a que el mural avanzara en un 60%. Con un sentimiento de premura siempre rondándole, Ormazábal se enteró a través de las redes sociales del estado de su obra: “Sentí ese apretón en el pecho como cuando una pareja termina contigo. Una angustia terrible pero era algo que sabía que tarde o temprano iba a suceder si no nos apurábamos en hacer algo”.
Ante la particularidad del mural colectivo, Ormazábal señaló: “Si bien nosotros sentimos pena por el borrado, lo entendemos según su formato callejero y no nos duele tanto en ese sentido, lo que nos apena es la gente que alucinaba hasta el día de hoy con ese mural porque como te contaba era algo especial, totalmente participativo, colaborativo, no te imaginas toda la gente que aportó en algo, que se animó a pintar sin nunca haber agarrado un pincel en su vida. Eso es lo que duele perder, no el mural, sino lo que causaba ese mural”.
Sobre su mirada hacia el grafiti, el muralista señalí que no tiene nada en contra. “Yo personalmente me inicié en eso a los 14 años pintando varios murales y también viendo cómo los borraban, no es algo a lo que esté ajeno, crecí viendo graffitis de los adep o los xplo”. Sin embargo, agregó: “Lamentablemente mucha gente asocia la palabra graffiti con vandalismo, precisamente por actos como este”.