Álvaro Díaz de 31 Minutos: “La TV infantil es cara. Cuando pierdes protagonismo lo primero que dejas de hacer es lo caro”
El programa cumplió 15 años en un momento que la televisión infantil pierde terreno en Chile.
Lleno total, otra vez. El show de “31 Minutos” fue probablemente el más visto del Kidzapalooza -la zona infantil de Lollapalooza-, concierto que congregó a niños y adultos para celebrar los 15 años que cumplió el programa infantil.
Con varios discos editados y shows en vivo, hoy es una marca consolidada.
Álvaro Díaz, uno de los creadores del programa y voz detrás de Juan Carlos Bodoque (entre otros personajes) conversó con El Dínamo y entregó su visión sobre estos 15 años de historia, además de los desafíos de la televisión infantil hoy.
– 31 Minutos, un noticiario para niós, cumple 15 años justo cuando la televisión infantil ha sido desplazada por los noticieros. ¿Hay poca consideración por los niños en la TV chilena en relación a años anteriores?
– En general nunca se ha considerado los niños en la televisión. Yo creo que al revés. Hubo un momento en que hubo inversión y la televisión era importante. Hoy la televisión perdió protagonismo, además la televisión infantil es cara. Cuando pierdes protagonismo lo primero que dejas de hacer es lo que no es rentable y lo que es caro. Ese especie de auge que hubo con otros programas desapareció.
– ¿Cómo se explica entonces que 31 Minutos siga vigente?
– Nosotros hemos cambiado a otros formatos. Cuando te cambian el formato te obliga a inventar cosas nuevas. Cuando un diario cambia de papel a digital, me imagino que a los periodistas ya no les sirve hacer tanta literatura o relleno. Uno cambia las mañas. A mi lo que más me gusta es no vivir de la nostalgia, de que todavía somos un show actual y que podemos seguir incorporando un público nuevo. No vivimos de los recuerdos. Siempre tratamos de cambiar y no vivir del nombre que es 31 Minutos.
– ¿Cómo fue el cambio de hacer un programa de televisión a un show musical en vivo?
– Con Pedro (Perirano) nunca hemos sido nada muy definidos. Nos gusta partir desde cero. La única forma que creo que funcione es reconocerse ignorante ante un nuevo mundo y rodearse de genere que sepa, tener humildad y curiosidad. Uno se adecua, va aprendiendo e inventando. Y eso siempre ha sido un agrado.