El caso de adulto mayor que indignó a Julio César Rodríguez y Monserrat Álvarez

Durante la edición de este martes de Contigo En La Mañana, Julio César Rodríguez y Monserrat Álvarez conocieron el caso de un adulto mayor de 85 años que, pese a contar con movilidad reducida y a la crítica situación por la pandemia, tuvo que asistir de forma presencial a una oficina de Chile Atiende para obtener su Clave Única.

Su hija, Mónica, relató al matinal de Chilevisión que lleva “un mes tratando de conseguir la Clave Única para mi padre. Hemos pedido la videollamada a toda hora y aparece una respuesta automática de ‘cupo completado’”. Según explicó la mujer de 60 años, el hombre busca poder solicitar su retiro porque necesita comprarse una silla eléctrica debido a su movilidad reducida.

Según explicó, cada vez que se contacta con Chile Atiende, “les explico la situación de mi padre (a quienes la atienden) y nos dicen ‘lamentablemente no se puede'”. Aprovechando la tribuna, la mujer hizo un llamado: “Necesitamos cambiar esto. Un adulto mayor necesita un trato digno. Y este Chile actual es un Chile que maltrata. Es un Chile de dolores y humillaciones. Esto no puede seguir así”.

“Esta es la verdadera realidad y eso es lo que se tiene que comprender. Hablo por todos los adultos mayores: ¡hasta cuándo! ¡Hasta cuando tenemos que soportar este trato indigno! Que nos pongan una videollamada para adultos mayores y que cuando tú acudes a ella es una burla. A mi padre le cortaron el teléfono cuando le estaban tratando de explicar”, agregó.

Tras escuchar el caso de este adulto mayor, tanto Monserrat Álvarez como Julio César Rodríguez manifestaron su molestia. La periodista, por su parte, aseguró que el caso los conmovió, sobre todo en una “mañana de lluvia y frío” como la de este martes.

“Tu padre debería estar en la casa tranquilo, porque hay una cosa que se llama dignidad. Es una humillación estar rogando por una Clave Única. Se dice que es sencillo, pero en realidad es muy complejo”, sostuvo.

Rodríguez en tanto, aseguró que “nos quedamos sin palabras” y añadió que “a veces uno como comunicador no puede tener palabras. Hay cosas que nos dejan así, nos dejan mudos. Ya hemos sido tan críticos que, la verdad, uno no entiende cómo no se puede prever que algo así puede pasar. Hay que buscar un mecanismo para ayudar a la gente. La humillación se ha instalado como normalidad”.

“Nos quedamos sin palabras, no sabemos qué decir. Nos quedamos shockeados como usted con estas cosas”, cerró.