Paulina Urrutia reveló que Alzheimer de Augusto Góngora avanzó “drásticamente” durante la pandemia
La actriz y exministra de Culturas entregó un emotivo relato de lo que han sido estos últimos meses con su marido.
Paulina Urrutia estuvo invitada este jueves en el Mucho Gusto, donde abordaron la aprobación, en Estados Unidos, del primer medicamento para tratar el Alzheimer. La actriz ha vivido en primera persona esta enfermedad puesto que en 2014 su esposo, Augusto Góngora, fue diagnosticado con la enfermedad.
Durante su intervención, donde se le vio emocionada, aseguró que producto de la pandemia y el confinamiento, el estado de su marido se ha deteriorado “drásticamente”. “La situación de aislamiento, el hecho de no tener contacto con los parientes, la rutina que teníamos antes de poder salir, caminar, andar en micro, en metro, en fin, ha afectado de una manera dramática y ha acelerado mucho todos los procesos”, explicó.
Tras siete años con Alzheimer, Paulina Urrutia revelo que a Góngora ya le es “muy difícil caminar. Depende para todo, para comer, para bañarse. Ha avanzado muchísimo la enfermedad”.
“Como toda enfermedad, este es un proceso que se va viviendo, y efectivamente nosotros (los cuidadores) padecemos esta enfermedad también, porque la vamos viviendo”, sostuvo.
A pesar de la difícil situación que atraviesan, la exministra de Cultura aseguró que “yo siento que me ama” y que “yo soy la mujer más feliz del mundo cuando llega la noche y puedo acostarme junto al Augusto y tomarle la mano, y si se angustia decirle: ‘Tú eres Augusto Góngora, estás en tu casa y estás con la Paula’, y que él me diga: ‘Eso es bueno’”.
“Yo no sé si será mi voz, pero es calmar al otro, es que cuente contigo, y yo poder contar con él. Ese vínculo… no importa que no se acuerde de mí. Yo no estoy enamorada del Augusto de antes… yo estoy enamorada de él, ahora”, sostuvo.
Por último, Urrutia indicó que “ahí hay algo que nosotros tenemos que aprender; a amar no solamente en las luces, los triunfos, las grandes conquistas que hace el ser humano, sino también la precariedad, la debilidad, la falla, el error. Tenemos que ser capaces como humanidad de aprender a amar”.