La experiencia paranormal que vivió Benjamín Vicuña y que lo obligó a dejar su casa
El chileno relató lo ocurrido años atrás en el programa argentino Podemos Hablar.
Benjamín Vicuña participó recientemente de la versión argentina del programa Podemos Hablar, oportunidad en la que relató una experiencia paranormal que vivió años atrás y que lo obligó a dejar la casa que vivía en ese entonces.
De partida, el actor dejó en claro que “yo soy muy escéptico por decisión”, debido a que “me dan mucho miedo las cosas que no entiendo o no conozco”.
Aún así, reveló que “se han comunicado muchas veces conmigo” y que “por lo menos esa fue la explicación que me dieron especialistas”.
Con esto como contexto, la ex pareja de Pampita y China Suárez relató que se encontraba en nuestro país y había sido padre hace poco, cuando comenzó a experimentar diversos episodios extraños en su casa, como canillas que se abrían o sentir la presencia de una persona. “Se puso cada vez más pesada la cosa”, contó.
La recomendación que le hizo un sacerdote
Benjamín Vicuña incluso confesó que comenzó a recibir llamadas telefónicas, sin haber nadie al otro lado de la línea. “Así las cosas fueron creciendo y creciendo” y recordó que “esto me superaba, de verdad me doblegaba”.
Incluso, a pesar de que “me daba pánico”, aseguró que “era un quilombo cambiarse de casa porque estábamos ahí hace poco” y que aunque “estábamos todos cagados de miedo”, se mantuvo en el inmueble.
Sin embargo, y lejos de mejorar, la situación empeoró y “hubo un par de episodios medios feos, ya fuera durante el día o noche”, lo que provocó que hubiera “una sensación de superstición y psicosis”.
Tras participar en una rifa benéfica, Benjamín Vicuña conoció a un sacerdote que le comentó que hacía exorcismos y que lo llevó a su casa a donde llegó con “un maletín del Vaticano”.
El religioso recorrió el lugar “bendiciendo y hablando unas cosas raras” y cuando terminó le dijo que “no pasó nada de otro planeta, pero te recomiendo que te cambies de casa”.
Fue ahí cuando el chileno decidió dejar la vivienda una semana después, porque “cuando se te encapricha la cosa, es tremendo”.