Patricia Maldonado reveló un desconocido oficio: “Aprendí a maquillar cadáveres”
A los 15 años, la conductora de Las Indomables, sabía sobre peluquería y maquillaje. No sólo aprendió a arreglar personas vivas, sino que también sabe cómo acicalar a los fallecidos.
Por Gaspar Marull
Patricia Maldonado no precisó cuando cobra por maquillar a un difunto. ARCHIVO/AGENCIAUNO
La cantante, animadora y opinóloga Patricia Maldonado sorprendió durante su participación en La Divina Comida de Chilevisión al revelar un particular oficio que ejerció durante su juventud.
Todo ocurrió luego que el ex senador Nelson Ávila (PR) le regalara a Maldonado un set de elementos relacionados al maquillaje y a la peluquería. La presentadora de televisión empezó a dedicarse al nuevo oficio. “Yo fui peluquera, mi profesión es peluquera”, aseguró Maldonado.
“Me recibí cuando tenía 15 años, yo aprendí a maquillar cadáveres“, añadió Patricia. Después de esa confesión, el periodista Rodrigo Herrera le consultó si había trabajado con una persona fallecida, “yo intenté maquillar a mi madre pero no pude”, explicó Paty Maldonado.
En esa instancia, la conductora de Las Indomables recordó que se manejaba en maquillaje, cortes de pelo, tinturas e incluso depilación. “Mi padre me instaló en la casa con dos secadores y me instaló una manguera”, añadió la comunicadora, quien para lavarle el pelo a los clientes tenía que pedirle a su mamá que le diera el agua caliente desde el calefón a alcohol.
Tanatoestética
En Chile hay escuelas y profesionales dedicados a la “tanatoestética”, que consiste en preparar el cadáver para que sea exhibido en el velorio. La idea es que con maquillaje y prótesis especiales tenga un aspecto natural.
Nelly Salas, cosmetóloga experta en muertos durante una entrevista con el medio La Cuarta precisó que si la familia quiere que el deudo quede sonriendo se le pone una prótesis en los ojos y otra en la boca, y después en los labios se usa una herramienta para que queden cerrados.
“A todos los difuntos se les realiza una manicure, para que las manos estén resplandecientes al momento de decir adiós. También es importante dejarles el cabello limpio”, precisó Salas, quien recordó que la primera persona fallecida que acicaló “había muerto de un balazo en la cara. Tuve que limpiarle la herida, afeitarlo, disimular el balazo con cera y luego maquillarlo”.
