Cómo sacar adelante un emprendimiento según Y-Combinator, la aceleradora de Dropbox y Airbnb
En su rápido paso por Chile, Kevin Hale y Kat Mañalac no solo conocieron proyectos nacionales, si no que también sociabilizaron las claves que los llevaron al éxito: comunicación efectiva y la formación de un equipo sólido.
Ubicada en el mítico Silicon Valley, Estados Unidos, la aceleradora surgió como un programa que prometía un nuevo modelo de financiamiento a aquellas empresas que estaban en su fase inicial. Pero con el tiempo, Y-Combinator se convirtió en una de las incubadoras de emprendimiento más importante a nivel internacional.
Desde 2005 -año en que se creó- apoya nuevas ideas invirtiendo plata en los proyectos y prestando asesoría por tres meses, tiempo en que todo gira en torno a formar emprendimientos sólidos de distinta naturaleza. Con esa ayuda surgieron herramientas de Internet que actualmente son ampliamente conocidos: Dropbox y Airbnb.
Si el país es conocido como “Chile, país de poetas”, de un tiempo a esta parte se hecho famosa una frase muy similar pero que imprime un nuevo sello a la creación nacional; “Chile, país de emprendedores”. En su rápido paso por Santiago, en dependencias de iF, ubicado en Barrio Italia, Kevin Hale y Kat Mañalac de Y-Combinator no solo conocieron iniciativas nacionales, si no que también sociabilizaron con los emprendedores las claves que los llevaron al éxito: comunicación efectiva y la formación de un equipo sólido.
Para Kat Mañalac el énfasis está en el grupo humano. “Un buen equipo es el que tiene un buen producto, alguien que puede construir y trabajar más rápido, que piensa que el futuro del producto está en sus manos y que puede venderlo”. Y añade: “Creemos que la persona tiene que ser apasionado con su idea y que este equipo quiera trabajar, porque el proyecto va a tomar mucho tiempo”.
Sobre comunicar la idea, Kevin Hale, indica que debe ser de forma concisa. “No necesitas tantas palabras. Una buena idea es una que cuando la escuchas, la entiendes rápidamente. Es algo que tú le puedes contar a alguien más”, dice sobre las claves que hacen que un emprendimiento sea exitoso o no.
Mañalac cuenta que “Airbnb es un ejemplo de una compañía que casi muere tres veces, tuvieron muchos problemas con la marca”. Eso ocurrió en el primer año y medio. Luego innovaron en una faceta del proyecto y empezar a tener más contacto con quienes podrían usar el sitio. Con el tiempo es fácil perderse y “si no hablas mucho con los usuarios, entonces construyes y construyes y pasan muchos años donde construyes mucho pero al final nadie lo quiere”, asegura Kat.
Kevin Hale explica que lo recomendable es tener un plan para el transcurso de cinco años, al menos. Y sobre todo conversar entre los fundadores porque “si tenemos un desacuerdo, hay que ver qué sistema vamos a usar para resolverlo, quién va a estar a cargo. Mucha gente no lo habla y comienzan las fricciones”.
El único chileno
Juntar a profesores con estudiantes a través de un aula virtual. Ese es el emprendimiento que inició Leonardo de la Fuente y Francisco Rubio en 2011 llamado Edoome.
Se trata de una suerte de Facebook que ayuda a profesores en su planificación, evaluación y proceso de seguimiento al estudiante. Un proyecto que partió con 15 mil usuarios, pero que luego de pasar por Silicon Valey con Y-Combinator la cifra explotó a 400 mil. Y hasta ahora han sido los únicos chilenos en trabajar con la aceleradora.
“Pasamos de ser un proyecto a una empresa de verdad” dice De la Fuente y cuenta que “la presión que tuvimos esos seis meses eran incomparables. Era semana a semana definir dónde estábamos, dónde queríamos llegar y qué teníamos que hacer para cumplir los objetivos”. El emprendedor dice que uno de los inversionistas de Emoode era el fundador de Yahoo “entonces el calibre de las personas que están tras estas compañías son básicamente los padres de internet y eso no te lo da ninguna otra organización”.