La mayor prueba de la diplomacia de Obama
Si los dioses de los procesos de paz tienen sentido del humor, será puesta a prueba otra iniciativa de paz de un presidente democrático.
Si los dioses de los procesos de paz tienen sentido del humor, será puesta a prueba otra iniciativa de paz de un presidente democrático.
Ahora, los esfuerzos de paz del Presidente de Barack Obama (y de Clinton también), apuntan a propuestas “llenadoras” -ideas que pretenden llenar brechas entre las posiciones de Israél y Palestina- si es que no un plan general para obtener acuerdos en todos los grandes temas, lo que ya constituye un avance extraoirdinario.
Hasta ahora, ni el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ni el presidente palestino, Mahmoud Abbas, son capaces de llegar a un acuerdo en las fronteras y seguridad de Jerusalén, junto con el destino de los refugiados palestinos.
Pero Obama no debiera avanzar tan rápido hacia otro desastre. Este proceso de paz, a pesar de lo complejo, ya es mejor que uno fallido, que deje a todos sin ninguna esperanza. El presidente norteamericano debe fijarse en lo mucho que ha cambiado la situación desde la época de Clinton. Abbas, por ejemplo, no está directamente involucrado en hechos violentos, no como Yasser Arafat. Y Netanyahu tiene el poder de llevar a Israel a un acuerdo, pero carece de un incentivo.
Para continuar leyendo este análisis de la revista Foreign Policy, haga click aquí (artículo en inglés).