Los casos más recordados que incluyen sexo y política
He aquí un repaso de algunos de los secretos de alcoba que vieron la luz.
El 'caso Lewinsky'
Una becaria, una mancha en un traje y una infidelidad que sacó los colores al mismísimo presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton, allá por 1995.
He aquí un repaso de algunos de los secretos de alcoba que vieron la luz.
El ‘caso Lewinsky’
Una becaria, una mancha en un traje y una infidelidad que sacó los colores al mismísimo presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton, allá por 1995. El escándalo estalló cuando la becaria Mónica Lewinsky confesó haber mantenido “relaciones inapropiadas” con Clinton durante su estancia en la Casa Blanca.
Durante meses Clinton negó la acusación, sin embargo, unas grabaciones telefónicas confirmaron el notición que transformó a Lewinsky en una estrella mediática y en un ícono sexual de los 90.
Caso Profumo
Ni si quiera los estrictos británicos han estado a salvo de los escándalos sexuales. En 1963 la política inglesa se tambaleó con la historia de amantes, espías y ministros que terminaría estallando cuando se supo que el ministro de Guerra, del conservador Harold Macmillan, John Profumo, mantenía una relación con una ‘showgirl’ – Christine Keeler- que a su vez, mantuvo encuentros íntimos con el espía soviético Yevgeny Ivanov. Finalmente, Profumo terminó dimitiendo, debido al tenso clima político de la guerra fría.
De cura a presidente
La historia del actual presidente de Paraguay, Fernando Lugo, ya es sorprendente por si sola -se convirtió en mandatario, luego de salir del sacerdocio- pero si a esto le suman hijos, amantes y lujuria eclesiástica, da para varias novelas. Tras ganar las elecciones en 2008, tres mujeres declararon tener hijos no reconocidos por Lugo y exigían manutención por ellos. Fernando nunca negó su paternidad, incluso, reconoció a uno de los hijos y está en proceso de hacer lo mismo con los otros. Sin embargo, estuvo a punto de perder la presidencia.
El presidente violador
Hasta 16 años puede pasar en prisión el ex presidente israelí, Moshé Katsav, tras ser declarado culpable de dos delitos de violación y acoso sexual a dos funcionarias.
En un caso sin precedentes en la historia de Israel, Katsav fue denunciado por una funcionaria del ministerio de Turismo, cargo que ocupó entre 1996 y 1999, por violación, y por abuso y acoso sexual a dos funcionarias de la Presidencia, en la que estuvo desde el 2000 hasta el 2007.
El padrastro
Daniel Ortega, presidente de Nicaragua, cayó en el escándalo cuando su hijastra, Zoilamérica Narváez, reveló a través de una carta enviada a los medios de comunicación, los crudos detalles de como su padrastro abusó de ella durante más de 19 años.
Tras denunciarlo sin éxito en varias ocasiones, en el año 1999 la joven presentó un escrito ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en el cual alegaba que además de haber sido violada, el Estado nicaragüense violó su derecho a ser oída por un juez o tribunal competente. La Comisión lo admitió a trámite, pero en el 2001, liberó a Ortega de las acusaciones porque ya habían prescrito.
El cliente 9
En 2008 el gobernador de Nueva York, Eliot Spitzer, dimitió de su cargo después de que el diario ‘The New York Times’ sacara a la luz su vinculación con una red de prostitución.
Según una grabación, el demócrata organizó una cita con una prostituta de lujo en un hotel de Washington en febrero. En la cinta el gobernador era identificado como el ‘Cliente 9’.
‘Caso Nevenka’
En España, aunque han sido poco los casos de esa envergadura, uno de los más conocidos fue el de la concejala del Partido Popular Nevenka Fernández y el alcalde Ismael Álvarez. En 2001, Neventa presentó una querella contra el alcalde por acoso sexual, que terminó el 2002 con Álvarez condenado a pagar una multa de 24 euros por cada día, durante nueve meses, más una indemnización de 12.000 euros.
Los escarceos de Kennedy
Aunque nunca llegó a los tribunales y la imagen de John F. Kennedy quedó impoluta. Su supuesta relación con Marilyn Monroe sigue llenando hoy en día páginas y páginas.
Aquel ‘Happy birthday’ que la actriz dedicó al presidente dejó una huella que años después demostró el ‘latin lover’ que era Kennedy.