Japón en hora crítica: Fukushima en nivel 6 de alerta nuclear
La central japonesa de Fukushima ha alcanzado el nivel 6 de alerta nuclear, el segundo más grave de la Escala Internacional de Sucesos Nucleares y Radiológicos, según el presidente de la autoridad nuclear francesa, André-Claude Lacoste.
La central japonesa de Fukushima ha alcanzado el nivel 6 de alerta nuclear, el segundo más grave de la Escala Internacional de Sucesos Nucleares y Radiológicos, según el presidente de la autoridad nuclear francesa, André-Claude Lacoste.
El nivel 7, el más alto en la escala de medición de los sucesos nucleares. La central de Chernobil es el único caso ocurrido a esta escala, donde se libera al exterior materiales radiactivos con amplios efectos en la salud y el medio ambiente y requiere la aplicación prolongada de contramedidas.
Previo a esto, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) aseguró que todas las unidades de las plantas nucleares de Japón afectadas por el devastador terremoto del pasado viernes “están en condiciones seguras y estables”, con excepción de la de Fukushima.
El organismo de la ONU precisó que las centrales de Fukushima Daiichi, Onagawa y Tokai, que fueron dañadas en menor o mayor cuantía por el sismo, no presentan peligro o han sido puestas fuera de servicio “en frío”.
Sin embargo, el OIEA manifestó que “sigue preocupado por la situación de la central nuclear de Fukushima Daiichi, donde se continúa inyectando agua de mar para refrigerar los reactores 1, 2 y 3″.
Tanto esta deflagración de hoy como las dos ocurridas en días anteriores en los reactores 1 y 3 “fueron debidas a la acumulación de gas de hidrógeno”, dijo el OIEA.
La situación en la planta nuclear de Fukushima en Japón entró hoy en fase crítica tras el incendio y la explosión que se produjo hoy a primera hora en el reactor 2. Las autoridades dijeron que temen una fuga masiva de radiactividad. Por esta razón desde la madrugada se declaró de un radio de exclusión aérea de 30 kilómetros.
La situación más grave se concentra en los reactores 2 y 3 de esa central, donde la explosión además dañó el edificio de la unidad 2, afectando su sistema de contención.
El ministro portavoz, Yukio Edano, consideró muy probable que esté dañado y advirtió de que los niveles de radiación de la central son lo suficientemente altos como para ser perjudiciales para la salud.
La operadora de la planta, Tokyo Electric Power (TEPCO), reconoció una potencial fusión del núcleo del reactor, mientras el nivel de radiactividad en la entrada de la central llegó a marcar los 8.217 microsievert por hora, muy por encima de los 1.000 microsievert al año establecidos como límite seguro.
Mientras tanto, en las inmediaciones de la unidad del reactor 3, que también sufrió ayer una explosión por hidrógeno, la radiactividad llegó a tocar 400 veces el nivel considerado seguro.
En este reactor también se teme una fusión del núcleo a causa del fallo del sistema de refrigeración, pese a la inyección de agua marina con boro y a que se está liberando vapor de forma controlada para rebajar la temperatura y presión.
La situación la complicó un incendio, ya extinguido, en la piscina de combustible del reactor 4, que estaba apagado por mantenimiento cuando ocurrió el terremoto.
Las piscinas sirven para guardar el combustible ya utilizado sumergido en agua a fin de evitar su sobrecalentamiento. Si el nivel del agua baja, la subida de temperatura puede llegar a provocar el fuego y, por tanto, nubes de material radiactivo, según los expertos.
El incendio de la piscina de la unidad 4 (aparentemente causada por una explosión de hidrógeno) hizo que los niveles de radiactividad llegaran a superar hasta cien veces el límite permitido, pero luego disminuyeron, según el ministro portavoz, Yukio Edano, que negó que hubiera una fuga en este reactor.
No obstante, Edano advirtió de que los niveles en la central son lo suficientemente altos como para ser perjudiciales para la salud.
En la planta de Fukushima luchan por controlar los múltiples focos de crisis un puñado de operarios, después de que el grueso, unos 800, fueran evacuados ante la subida del nivel de radiactividad en el recinto, mientas TEPCO indicó que la radiación es demasiado alta para que sus empleados permanezcan en las salas de control.
Los residentes en un perímetro de 20 kilómetros alrededor de la central, unos 200.000, fueron evacuados desde el fin de semana, mientras que hoy el Gobierno extendió el área de alerta hasta los 30 kilómetros.
Ese radio ha sido decretado como zona de exclusión aérea. Además, a los vecinos que permanecen a entre 20 y 30 kilómetros de la planta se les ha urgido a no salir de sus casas, cerrar las ventanas y apagar los sistemas de ventilación.
Las consecuencias del accidente en la central nuclear de Fukushima se ha convertido en la gran preocupación de un Japón aún conmocionado por los efectos del terremoto y el tsunami posterior, que causó más de 10.000 muertos o desaparecidos.
Los niveles de radiación han aumentado en amplias zonas, incluida Tokio, donde se han detectado pequeñas cantidades de sustancias radiactivas como cesio, aunque el Gobierno Metropolitano insiste en que los niveles todavía no suponen un riesgo para la salud.
Japón cuenta con medio centenar de centrales nucleares en su territorio, de las que once quedaron detenidas de forma automática tras el sismo, lo que obligó a decretar desde este lunes cortes rotatorios de electricidad en Tokio y las provincias cercanas, que durarán hasta abril.