¿Por qué las intervenciones militares no funcionan?
En el día 45 de la campaña aérea de la Otan contra la entonces Yugoslavia, las bombas cayeron sobre la embajada de China, en el centro de Belgrado. Murieron tres personas, presuntamente periodistas. Una investigación posterior reveló que la inteligencia norteamericana se equivocó al identificar erróneamente el edificio del cuartel general del almacén federal Yugoslavo.
En el día 45 de la campaña aérea de la Otan contra la entonces Yugoslavia, las bombas cayeron sobre la embajada de China, en el centro de Belgrado. Murieron tres personas, presuntamente periodistas. Una investigación posterior reveló que la inteligencia norteamericana se equivocó al identificar erróneamente el edificio del cuartel general del almacén federal Yugoslavo.
Si bien este ataque fue un error, simbolizó que la guerra de Otan contra Yugoslavia fue un éxito militar, pero una total falla política. Las fuerzas aliadas continuaron con su misión, pero las consecuencias políticas de la guerra resultaron ser algo completamente distinto a lo que pretendieron en su momento los líderes de la organización.
Cada guerra hereda problemas, pero en este caso, los efectos políticos no fueron planeados, menos anticipados, pero por sobre todo nada bienvenidos. Los líderes de la política occidental declararon que estaban luchando por los habitantes de los Balcanes, quienes salieron de la guerra mucho peor que antes.
Los números tampoco ayudan mucho: La administración del entonces presidente Clinton dijo que se actuaba para salvar vidas. Antes de la intervención, aproximadamente 2 mil 500 personas habían muerto en la guerra. Pero tras 11 semanas de bombardeos de la Otan, aproximadamente 10 mil personas fallecieron violentamente.
Vía From the archives: The failure of intervention en Foreign Affairs