Logran desactivar “collar bomba” atado a joven australiana
Tras 10 horas de máxima tensión, la policía australiana puso a salvo a la chica de 18 años que estaba atada al explosivo. El episodio se originó cuando un delincuente irrumpió en una vivienda de un barrio céntrico, y le colocó el artefacto.
El subcomisario Mark Murdoch confirmó la información diciendo que la joven llamada Madeleine Pulver “Está bien… Está en buenas manos, con su padre y su madre“, durante una conferencia de prensa.
Además, subrayó el “excepcional trabajo de todos los implicados”, pues se trataba de un “un dispositivo muy elaborado. Llevó 10 horas a los especialistas”.
Murdoch precisó que, sin embargo, todavía no saben “si el dispositivo era explosivo. El examen continuará a primera hora de la mañana (por el jueves 4 de agosto).
Tras la liberación, Murdoch sí aclaró que la chica “tuvo cierta interacción con la persona que creemos que es responsable”, agrengando que “ella ha dado mucha información a nuestros policías, con la cual ahora podemos actuar”.
Según las informaciones entregadas por un alto cargo policial al periódico Australia’s Daily Telegraph, se trataba de un extraño “collar bomba” que fue atado a una joven que vive en el barrio de Mosman, en Sydney.
La joven llamó a la policía este miércoles pidiendo ayuda, y desde entonces cuatro agentes -expertos en desactivación de explosivos y negociadores- permanecían en su casa intentando desactivarlo. Antes de lograrlo, la australiana, miembro de una de las familias más ricas de Sydney, dijo estar “petrificada” por lo ocurrido.
Debido a que el barrio donde reside está repleto de viviendas de familias adineradas, la policía cortó el de varias carreteras cercanas y tiene equipos médicos y a los bomberos en alerta, como precaución.
Hasta antes de lograr desactivar el aparato, y de acuerdo a un comunicado de la policía, “Los agentes siguen en el interior de la casa, donde examinan el artefacto y dan apoyo a la joven. Esta operación necesita mucha habilidad y debe desarrollarse con minucia”.
Por otro lado, el Sydney Morning Herald aseguró que un hombre enmascarado entró en la casa y colocó a la chica, que estaba sola en el momento del ataque, el artefacto sospechoso.
Sin embargo, los uniformados australianos no han querido confirmar que el artefacto estuviese fijado a la joven ni otras informaciones que hablan de que también hay una petición de rescate atada a su cuello.
Murdoch negó que la policía haya entrado en contacto con nadie que reivindicase la colocación del artefacto.
Lo primero que el subcomisario Murdoch confirmó a los medios de comunicación australianos fue la existencia del artefacto explosivo, aclarando que la chica se encuentra bien. “Hay un artefacto en la casa cerca de la chica. El artefacto está todavía siendo examinado. Hasta nueva orden lo consideraremos activo”, expresó.
Además, agregó que “Es un incidente muy grave, en el que la vida de una chica está en potencial riesgo y lo estamos abordando de ese modo”, añadiendo que “El proceso necesita un alto nivel de destreza y debe ser meticuloso“.
El subcomisario sí confirmó que el caso lo está llevando el Departamento de Robos y Crímenes Graves, que lleva también casos de extorsión. Finalmente, se limitó a precisar que el incidente “no se está tratando como un caso de autolesión”.