El juicio contra Mubarak se retrasa al próximo 15 de agosto
Todos los acusados podrían enfrentarse a la pena capital si son considerados culpables de planear el ataque contra los participantes en la revuelta popular, en la que fallecieron más de 850 personas.
El juicio contra el expresidente egipcio Hosni Mubarak, acusado de planear los ataques contra los manifestantes durante la Revolución del pasado 25 de Enero, ha sido pospuesto hasta el próximo 15 de agosto.
Al final de la vista, el juez Ahmed Refat anunció que Mubarak será trasladado a un centro médico internacional en la carretera que une El Cairo con la ciudad de Ismailia, en vez de regresar al hospital de Sharm el Sheij, en el que fue ingresado el pasado 12 de abril y desde el que fue hoy trasladado a la capital.
El juez explicó que el equipo médico que atiende a Mubarak en la actualidad continuará el tratamiento al antiguo presidente.
Además, permitió a un médico especializado en tumores e identificado como Yaser Salah abdel Qader, profesor en la Universidad de El Cairo, seguir el estado de salud de Mubarak junto al equipo médico.
Refat ordenó también a la Fiscalía General que traiga a los acusados en el primer caso judicial, que son Mubarak y sus dos hijos, Alaa y Gamal, a la sala del tribunal en la próxima sesión.
Tanto Mubarak como sus dos hijos han negado todas las acusaciones de haber incitado a la represión de los manifestantes en la plaza de Tahrir.
En cuanto al juicio contra el exministro del Interior egipcio Habib al Adli y seis de sus asesores, continuará mañana en presencia de los acusados, que están detenidos en la cárcel de Tora, en las afueras de El Cairo.
La sesión de hoy comenzó a las 10.00 hora local (08.00 GMT) en la Academia de la Policía en las afueras de El Cairo, donde compareció Mubarak tumbado en una camilla, y terminó a las 14.00 hora local (12.00 GMT).
Este histórico juicio supone la primera aparición pública de Mubarak desde el pasado 10 de febrero, cuando pronunció un discurso un día antes de renunciar a la Presidencia de Egipto tras 18 días de protestas.
Todos los acusados podrían enfrentarse a la pena capital si son considerados culpables de planear el ataque contra los participantes en la revuelta popular, en la que fallecieron más de 850 personas.