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20 de Agosto de 2011

El “Hidroaysén” brasileño: miles protestan por construcción de enorme represa en Amazonía

Las mayores manifestaciones fueron en las ciudades de Sao Paulo y Belén, capital del estado de Pará, en cuya región sur se emplazará la que será la tercera mayor hidroeléctrica del mundo por detrás de Itaipú, que comparten Brasil y Paraguay, y la china de Tres Gargantas.

Por EFE
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Miles de personas tomaron hoy las calles de varias ciudades de Brasil en protesta por la construcción de una enorme represa en la Amazonía, que obligará a desplazar a 50.000 indios y campesinos, según sostienen diversos movimientos sociales.

Las mayores manifestaciones fueron en las ciudades de Sao Paulo y Belén, capital del estado de Pará, en cuya región sur se emplazará la que será la tercera mayor hidroeléctrica del mundo por detrás de Itaipú, que comparten Brasil y Paraguay, y la china de Tres Gargantas.

“La represa de Belo Monte significa la última puñalada al corazón de la Amazonía”, declaró en Belén el presidente del Consejo Indígena Misionero, Erwin Krautler, quien es además obispo de Xingu, zona en que las obras inundarán 516 kilómetros cuadrados de selva y que según los pueblos ribereños va a obligar a desplazar de sus hogares a cerca de 50.000 personas.

Además de Belén, donde se concentraron unas 2.000 personas, y Sao Paulo, hubo manifestaciones similares en las ciudades de Brasilia, Río de Janeiro, Fortaleza, Joao Pessoa, Recife, Salvador, Santarém, Florianópolis, Cuiabá, Manaus y Belo Horizonte.

Los participantes en las protestas entonaron consignas contra las obras y recordaron que cuentan con respaldo de diversos organismos tanto de Brasil como del exterior, entre los que citaron la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y Amnistía Internacional.

El proyecto de Belo Monte fue planteado en la década de 1970 por la dictadura militar que gobernaba entonces el país y reflotado en los últimos años por el Gobierno del ahora expresidente Luiz Inácio Lula da Silva.

En la retomada del proyecto también tuvo un importante papel la actual presidenta brasileña, Dilma Rousseff, quien fue una de sus promotoras como ministra de Lula y lo considera como una de las iniciativas energéticas más importantes para la Amazonía.

La represa de Belo Monte, que deberá entrar en operaciones en 2015, será construida a un coste de unos 10.600 millones de dólares y su capacidad de generación será de un máximo de 11.233 megavatios en las épocas de crecida del río Xingú.

El Gobierno brasileño defiende la necesidad de Belo Monte para garantizar el abastecimiento de energía al país, a la vez que niega que la obra vaya a inundar las tierras indígenas.

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