Autoridades blindan Nueva York por aniversario del atentado a las Torres Gemelas
La jornada partió con una falsa alarma por un artículo sospechoso en el aeropuerto de Washington, el que debió ser evacuado por cuatro horas. Tras descartarse la amenaza, la ciudad subió sus niveles de seguridad y los equiparó a los de la gran manzana.
No fue fácil el comienzo del décimo aniversario del atentado contra las Torres Gemelas. Anoche, el aeropuerto internacional Dulles, en las afueras de Washington, estuvo en alerta por la que resultó ser una falsa alarma por un objeto sospechoso en la zona de carga. Tras examinar el objeto, en un contenedor con destino a un avión que se preparaba para partir, los servicios de seguridad no encontraron nada anormal.
La zona que había sido evacuada por la alerta -que causó el retraso de algunos vuelos- se reabrió al público tras cuatro horas acordonada. Washington elevó sus medidas de seguridad, al igual que Nueva York, ante el décimo aniversario de los atentados del 11 de septiembre de 2001 y la recepción de una amenaza “creíble y específica” pero no corroborada de un posible ataque en torno a esa fecha.
Nueva York con extrema cautela
En la misma línea, la estela de una nueva amenaza terrorista ha forzado a Nueva York a blindarse con extremas medidas de seguridad para conmemorar el simbólico décimo aniversario del 11-S, al que acudirán tanto el entonces presidente de EE.UU., George Bush, como el actual mandatario del país, Barack Obama.
La importancia que rodeará este año la ceremonia no vendrá dada solamente porque se cumple una década desde aquellos atentados que acabaron con la vida de cerca de 3.000 personas, sino también porque será el primero que se celebre sin la sombra de trasfondo de Osama Bin Laden, muerto a manos estadounidenses en mayo pasado.
La Policía de Nueva York ya había extremado todas las precauciones por el miedo a un intento de venganza por la muerte del terrorista, pero la noticia de que la ciudad se encuentra bajo una amenaza “creíble y específica”, aunque no “corroborada”, de un atentado terrorista de Al Qaeda no ha hecho más que incrementar las medidas de seguridad en la Gran Manzana.
“Esta ha sido una información muy específica de un número muy específico de personas que han venido a perpetrar un ataque. Es la información más específica que he visto. Pero una vez dicho eso, esto no quiere decir que sea verdad”, dijo a la cadena de televisión local NY1 Peter King, presidente del Comité de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes de EE.UU.
Así, desde ayer la Policía mantiene cerradas algunas de las calles adyacentes al World Trade Center, entre ellas West Street, Barclay y Murray, mientras que desde las 09.00 GMT de hoy esos cierres se ampliarán hasta otra decena de avenidas colindantes con la “zona cero”.
Mientras dure la ceremonia, que como cada año comenzará con un minuto de silencio a las 12.46 GMT, hora en la que se estrelló el primer avión contra las Torres Gemelas, las estaciones de metro cercanas a la zona como Cortland Street y World Trade Center permanecerán cerradas.
Las reforzadas medidas de seguridad puestas en marcha para el que supone probablemente el más simbólico de los aniversarios de aquellos atentados que cambiaron el rumbo de la historia reciente también han llevado a la exhaustiva revisión de vehículos.
Así, los principales vehículos inspeccionados son furgonetas y camiones, ya que se teme que la amenaza provenga de un coche bomba como el que se interceptó en la céntrica plaza de Times Square en mayo de 2010.
Las autoridades neoyorquinas también han reforzado las revisiones en la mayor red de transporte público del país, donde perros rastreadores y policías revisaban equipajes y paquetes sospechosos, principalmente en las estaciones más transitadas como Grand Central o Penn Station, mientras que se pedía a todos los pasajeros que se mantengan alerta: “Si ves algo, di algo”.
Con esas extremas medidas de seguridad, que incluyen la retirada de todos los cubos de basura alrededor del World Trade Center, Nueva York se ha convertido este sábado en una especie de fortaleza para tratar de evitar que haya algún tipo de altercado mientras se rinde homenaje a las víctimas.
Por primera vez en estos diez años que han pasado desde aquel fatídico 11 de septiembre de 2001, la ceremonia se celebrará desde la propia zona cero, donde figuras políticas de entonces y ahora se unirán a los familiares de las víctimas de los atentados en el Memorial del 11-S, que se inaugura en coincidencia con este décimo aniversario.
No solamente estarán presentes el ex presidente Bush y Obama, sino también los entonces alcalde y gobernador de Nueva York, Rudy Giuliani y George Pataki, así como los actuales responsables de la ciudad y el estado, Michael Bloomberg y Andrew Cuomo.