Obama y Dilma instaron a dar mayor transparencia a los gobiernos
Esa fue la principal conclusión de una bilateral que sostuvieron ambos mandatarios. Obama subrayó que su país facilitará que los ciudadanos puedan plantear sus peticiones a la Casa Blanca a través de Internet.
El Presidente de EE.UU., Barack Obama, y su homóloga brasileña, Dilma Rousseff, instaron hoy a una mayor transparencia de los Gobiernos mundiales, en un encuentro para lanzar su Iniciativa de Gobiernos Abiertos.
La reunión al margen de la Asamblea General de la ONU, en la que participaron 46 países, responde a una iniciativa de EE.UU. y Brasil -copresidentes de la reunión- para fomentar la transparencia, la participación ciudadana y, por ende, la democratización en los hábitos de Gobierno de los distintos ejecutivos.
Una de las principales herramientas que se plantea la iniciativa es el uso de las redes sociales para facilitar la concienciación ciudadana. Obama había lanzado ya un llamamiento en favor de esta iniciativa el año pasado en su intervención ante la Asamblea General.
Ocho países, los miembros del Comité Directivo de la Iniciativa, han elaborado ya sus respectivos planes nacionales de acción: además de EE.UU. y Brasil, México, Noruega, Indonesia, Filipinas, Sudáfrica y el Reino Unido.
En su intervención de hoy ante los participantes en la reunión, Obama subrayó que su país, entre otras cosas, pondrá en marcha nuevas protecciones para aquellos que denuncien desde dentro malas prácticas gubernamentales. También se facilitará el que los ciudadanos puedan plantear sus peticiones a la Casa Blanca a través de Internet.
Asimismo, el Gobierno de EE.UU. se sumará a una iniciativa global por la que las empresas energéticas divulgan más información acerca de lo que pagan para extraer los recursos naturales. “Nuestros países son más fuertes cuando tratamos con nuestros ciudadanos más allá de los foros del Gobierno”, afirmó el presidente estadounidense.
Según Obama, “las democracias emergentes desde América Latina a África y Asia muestran cómo las innovaciones en la apertura de los Gobiernos puede hacer a los países más prósperos y más justos”.
Por su parte, la presidenta brasileña anunció que la próxima reunión de la iniciativa tendrá lugar en su país en marzo del año que viene. “Brasil apoya la declaración de principios de la Iniciativa de Gobiernos Abiertos”, subrayó la presidenta, quien agregó que para el fortalecimiento de la democracia es “clave promover sociedades más abiertas”.
Por su parte, el presidente mexicano, Felipe Calderón, expresó el compromiso de su Gobierno a una mayor integridad pública, mayor transparencia en los servicios públicos y una mayor eficiencia en el uso de los fondos del Estado. Calderón resaltó los esfuerzos de su Gobierno por hacer más accesible la información sobre su funcionamiento a los ciudadanos, desde los salarios de los funcionarios hasta las razones para adjudicar fondos a las diversas partidas del presupuesto federal.
Durante la reunión, los participantes analizaron cómo mejorar la gobernabilidad y expresaron el compromiso político para lograr las reformas necesarias que permitan una mayor transparencia, la lucha contra la corrupción y el fortalecimiento de los mecanismos de rendición de cuentas de modo democrático.
Los ocho países integrantes del Comité Directivo respaldaron la Declaración de Gobierno Abierto, por la que se comprometen a hacer avanzar los principios de la transparencia.
Además de los ocho países que presentaron ya sus planes nacionales, el resto de naciones participantes expresaron su compromiso a plantear los suyos en el encuentro de Brasil. Entre esos países se encuentran Chile, Colombia, El Salvador, la República Dominicana, Guatemala, Honduras, Perú, Uruguay y España.
Según la Casa Blanca, cada uno de esos países ya ha demostrado su compromiso con la apertura gubernamental en cuatro áreas clave: la transparencia fiscal, la libertad de información, la divulgación de activos para los funcionarios públicos y la implicación de los ciudadanos.
La reunión tuvo lugar después de una reunión bilateral entre Obama y Rousseff, en la que ambos mandatarios tenían previsto abordar, según la Casa Blanca, cuestiones como la cooperación en materia energética o la marcha de la economía global.