Indignados #15O: Cientos se manifiestan en París durante la reunión del G20
La convocatoria internacional, seguida en París y en otras ciudades de Francia, no tuvo un apoyo masivo, a pesar de que uno de los inspirador del movimiento, Stéphane Hessel, es francés.
El movimiento de los indignados convocó hoy en París a varios cientos de personas que, presentes en diferentes puntos de la ciudad, confluyeron ante el Ayuntamiento de la capital, mientras terminaban su reunión los ministros de Finanzas del G20.
La convocatoria internacional, seguida en París y en otras ciudades de Francia, no tuvo un apoyo masivo, a pesar de que uno de los inspirador del movimiento, Stéphane Hessel, es francés.
Los cientos de personas que esta noche celebraban de manera festiva junto al río Sena la reivindicación que encontró eco en otras ciudades mostraron su apoyo al “cambio mundial” en pancartas, lemas coreados y gritos a favor de que París “se levante”.
A pocos kilómetros del lugar de esa concentración de los indignados, los ministros de Finanzas del G20 terminaban en el Ministerio francés de Economía una reunión que concluyó sin que hicieran sus participantes alusión alguna a los movimientos de personas que en buena medida protestaban contra lo que aquellos representan.
Sin mención en la declaración final de los reunidos, aunque el gobernador del Banco de Italia, Mario Draghi, presente junto con los ministros de Finanzas, sí declaró comprender los motivos de los manifestantes.
Las consecuencias de la crisis sobre la que debatieron los ministros en París -donde no llegaron a conclusiones destacadas pues esperan que se alcancen el mes próximo en una cumbre de líderes del G20- fueron motivo de las protestas de los indignados que respondieron a la convocatoria en la capital gala.
Los convocados protagonizaron una sentada en el lugar y algunos de los asistentes tomaron la palabra para denunciar el funcionamiento de la banca y los efectos negativos de las deudas sobre la población.
Uno de los movimientos convocantes, “Mouvement des 99 %”, denunció la idea de que todas las riquezas estén, según sus miembros, en manos del 1 % restante, en alusión al porcentaje de población que consideran como los “más privilegiados”.