EE.UU. critica “esporádica” lucha antidroga Venezuela
Según William Brownfield, secretario de Estado adjunto para narcóticos y seguridad, los esfuerzos del gobierno de Hugo Chávez al respecto "una excepción a la regla".
Los esfuerzos en la cooperación contra el narcotráfico en Venezuela son “esporádicos y una excepción a la regla”, mientras que Bolivia ha mostrado avances en su erradicación de cultivos de coca, consideró hoy William Brownfield, secretario de Estado adjunto de EE.UU. para narcóticos y seguridad.
Brownfield expuso hoy en una audiencia ante el Congreso los avances y retos en la cooperación en materia de seguridad con los países andinos, entre los que destacó la labor de Colombia y Perú.
Al contrario que en estos países, en Venezuela los narcotraficantes han “aprovechado” el deterioro de la relación bilateral con Estados Unidos para aumentar su presencia, lo que ha provocado que el tráfico de cocaína “se haya más que triplicado en la pasada década”, indicó.
“En Venezuela, la cooperación antinarcóticos sólo ocurre hoy como la excepción a la norma, y no como la norma en sí misma”, añadió Brownfield en la audiencia ante el Caucus del Senado para el Control Internacional de Narcóticos.
En cambio, en Bolivia, otro país que mantiene relaciones bilaterales a veces difíciles con Estados Unidos, los esfuerzos para erradicar los cultivos de coca han “superado” el objetivo planteado por Washington de 8.000 hectáreas en 2010.
Se refirió a la labor llevada a cabo en Colombia, país que cuenta con técnicas aéreas para erradicar las cosechas, al contrario que sus vecinos, que siguen limitados a un sistema manual, explicó el alto funcionario.
Brownfield atribuyó gran parte de estos éxitos a la asistencia estadounidense, que ha permitido, por ejemplo, que en Bolivia se hayan aprehendido “cantidades de hoja de coca que son 19 veces superiores a las de hace una década”.
El gran reto para la lucha contra el narcotráfico en la región andina, consideró, es el “dinamismo” y la capacidad de adaptación de las organizaciones de narcotraficantes, que han permitido, por ejemplo, que se hayan registrado al menos 150 intentos de utilizar submarinos para transportar la droga en los últimos tres años.
Además, muchos de los traficantes responden a las políticas contra el narcotráfico “desplazándose a áreas en las que la fuerza policial es menor y donde el clima político es más dúctil para su libre operación”.
“No se trata de si los traficantes volverán a moverse, sino de cuándo lo harán y a dónde”, señaló.
Otro de los grandes desafíos de la región está en Perú, donde la “presencia desestabilizadora” de elementos del grupo Sendero Luminoso en los valles de Ene, Apurimac y Huallaga requiere “una atención especial”, añadió Brownfield.