OTAN no ve amenazas en Libia y descarta caos a futuro
El comandante de la misión cree que los objetivos se han cumplido y desechó la idea de que el país se convierta en 'una nueva Somalia'.
La OTAN considera que al día de hoy su operación en Libia ha alcanzado todos sus objetivos y ya no existen amenazas para la población civil del país, por lo que no mantendrá ningún tipo de fuerza alrededor una vez que ponga fin a su misión.
“La OTAN no tiene intención de mantener fuerzas armadas en el vecindario de Libia después del fin de la operación”, explicó la portavoz Oana Lungescu, recordando que la decisión “preliminar” de la Alianza es cerrar el operativo el próximo día 31.
Según el comandante de la misión, el canadiense Charles Bouchard, “los objetivos asignados a Protector Unificado se han cumplido“.
“Nuestro análisis es que ha desaparecido una capacidad organizada para amenazar a la población“, explicó Bouchard, aunque admitió que en un país tan grande puede haber “individuos” que aún traten de luchar.
La OTAN considera que esa amenaza, sin embargo, puede ser gestionada sin problemas por el Consejo Nacional de Transición (CNT) libio.
El comandante aliado repasó hoy en una rueda de prensa el transcurso de la operación de la OTAN, que se lanzó a finales de marzo y que, en principio, se clausurará el 31 de octubre, siempre que el Consejo del Atlántico Norte refrende la decisión.
Bouchard subrayó que en todos esos meses la Alianza ha respetado en todo momento el mandato de Naciones Unidas bajo el que operaba y ha calificado como “un éxito” el desarrollo de la operación.
De cara al futuro, el militar canadiense mostró su desacuerdo con quienes hablan de la posibilidad de que Libia caiga en el caos y se convierta en una nueva Somalia.
“No creo que la comparación sea apropiada”, aseguró Bouchard, destacando que el país sigue contando con infraestructuras, capacidad para obtener ingresos y “un gran potencial más allá del petróleo”, además de “gente que quiere paz, prosperidad y estabilidad”.
Además, el comandante aliado expresó su satisfacción y confianza ante el compromiso del CNT de mantener una Libia unida y sus promesas de controlar las armas distribuidas a lo largo del país durante el conflicto.