Nicaragua va a las urnas con Ortega corriendo con ventaja
Con una intención de voto del 48 por ciento y una ventaja de 18 puntos sobre su principal oponente, el empresario de radio Fabio Gadea, el mandatario sandinista se perfila como virtual vencedor de las elecciones en la primera vuelta, algo para lo que necesita lograr el 35 por ciento de los votos y 5 puntos más que el segundo.
El presidente de Nicaragua, el sandinista Daniel Ortega, llega como claro favorito a las elecciones del 6 de noviembre, en una polémica candidatura marcada por el aporte económico de su colega venezolano, Hugo Chávez, a su Gobierno.
Líder indiscutible del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y próximo a cumplir 66 años, Ortega es tenido por las encuestas como casi seguro ganador, frente a una oposición atomizada en cuatro candidaturas, en su mayoría compitiendo más por ser la segunda fuerza política del país que por la victoria.
Con una intención de voto del 48 por ciento y una ventaja de 18 puntos sobre su principal oponente, el empresario de radio Fabio Gadea, el mandatario sandinista se perfila como virtual vencedor de las elecciones en la primera vuelta, algo para lo que necesita lograr el 35 por ciento de los votos y 5 puntos más que el segundo.
Ortega ha tenido como principal ayuda en su campaña electoral la cooperación de Chávez, traducida en los 1.944,5 millones de dólares que ha recibido en sus cuatro años y medio de Gobierno, fondos que administra al margen de la ley del presupuesto nacional.
El propio Chávez le ha expresado su apoyo cuando, gracias a una maniobra legal, burló la norma constitucional que le impedía aspirar a la reelección.
Los magistrados sandinistas de la Corte Suprema de Justicia, sin presencia de los de oposición, declararon hace dos años inaplicable el artículo 147 de la Carta Magna, que impedía la reelección continua de un presidente y limitaba a dos su número de mandatos.
Ortega lleva ya dos mandatos a sus espaldas, ya que tras gobernar Nicaragua por primera vez de 1985 a 1990, inició el segundo en 2007.
El mandatario, único candidato presidencial sandinista desde la década de 1980, ha prometido en su campaña que, de ser reelegido, aumentará los beneficios sociales, económicos, educativos y las infraestructuras, financiados por la cooperación de Venezuela.
Ortega ha dicho que con la millonaria ayuda venezolana, que administra una empresa privada ligada a los sandinistas, se han financiado programas sociales, subsidiado el pasaje del transporte público y la tarifa de la electricidad, entre otros gastos de carácter popular.
El presupuesto de Nicaragua este año es de 1.624,2 millones de dólares y el propuesto para 2012 de unos 1.858,2 millones, lo que da idea del alcance de la cooperación venezolana.
La representante de la encuestadora costarricense Cid Gallup en Managua, Vania Soza, explicó a Efe que, de acuerdo a los resultados de sus estudios, los nicaragüenses respaldan la reelección de Ortega por los beneficios recibidos a través de proyectos sociales, la mayoría financiados por Caracas.
Entre ellos están la entrega de láminas de zinc, créditos concesionales, becas y un bono extrapresupuestario de 30 dólares que desde mediados de 2010 reciben mensualmente 130.000 empleados públicos, incluidos soldados y policías.
“El ALBA (Alianza Bolivariana para los Pueblos de las Américas) ha sido un milagro para nosotros”, admitió Ortega durante un reciente encuentro con inversionistas europeos.
El peso de Chávez en estas elecciones “es enorme”, reconoció, por su lado, a Efe el legislador y aspirante a la Vicepresidencia por el opositor Partido Liberal Constitucionalista (PLC), Francisco Aguirre Sacasa.
“No es la sombra de Chávez la que está presente en las elecciones, es él personalmente (…) Chávez está muy presente, sin sombras, con sus petrodólares”, dijo a Efe la analista política María López Vigil.
El mandatario lleva como candidato a la Vicepresidencia al anterior jefe del Ejército, Omar Halleslevens, quien tras el golpe contra el presidente de Honduras Manuel Zelaya, en junio de 2009, garantizó a Ortega que en Nicaragua las Fuerzas Armadas jamás iban a participar en una acción similar.
Para las encuestas, el principal rival de Ortega es Gadea, del Partido Liberal Independiente (PLI) y de casi 80 años, seguido por el expresidente Arnoldo Alemán (1997-2002), líder de una coalición encabezada por el Partido Liberal Constitucionalista (PLC).
Los demás candidatos a la Presidencia son el diputado Enrique Quiñónez, de la Alianza Liberal Nicaragüense (ALN), y el académico Roger Guevara, de la Alianza por la República (Apre).
Pese a los enfrentamientos entre sí, todos ellos consideran que la candidatura de Ortega es “golpe a la democracia”.
Para algunos analistas, como Arturo Cruz, la victoria del líder sandinista se presenta tan clara que la cuestión a despejar en los comicios es quién quedará en segundo lugar.
Unos 3,4 millones de nicaragüenses están habilitados para elegir el domingo a su presidente, vicepresidente, 90 diputados de la Asamblea Nacional y 20 ante el Parlamento Centroamericano.