Cain reitera su inocencia y ni se plantea abandonar aspiración presidencial
"Voy a defender mi reputación y no voy a permitir falsas acusaciones que comprometan mi carácter o mi integridad", subrayó el republicano.
El empresario Herman Cain volvió a defender hoy su inocencia frente a las acusaciones de acoso sexual hechas por cuatro mujeres y afirmó que ni se plantea abandonar la contienda por la candidatura presidencial republicana en EE.UU.
“Nunca he actuado inapropiadamente con nadie”, reafirmó Cain en una concurrida comparecencia de prensa en Scottsdale (Arizona), un día después de que apareciera en escena Sharon Bialek, la única de las cuatro mujeres que ha denunciado públicamente al empresario.
Cain, que compareció acompañado de su abogado, Lin Wood, volvió a rechazar “absolutamente” los cargos y acusaciones en su contra, porque los “incidentes” contados por las supuestas víctimas “simplemente no ocurrieron”.
“Voy a defender mi reputación y no voy a permitir falsas acusaciones que comprometan mi carácter o mi integridad”, subrayó el candidato.
El escándalo que afecta a Cain se va complicando con el paso de los días. Fue la página de información política “Político” la primera que lo sacó a la luz el pasado 30 de octubre destapando las acusaciones de dos mujeres.
El caso se remonta a la década de los noventa, cuando Cain, un rico empresario de raza negra y expropietario de una cadena de pizzerías, presidía la Asociación Nacional de Restaurantes.
Dos empleadas de esa asociación se quejaron ante directivos y compañeros de trabajo de un supuesto “comportamiento inapropiado” y “sexualmente sugestivo” de Cain.
Ambas firmaron acuerdos, con una cláusula de confidencialidad para mantener silencio al respecto, y obtuvieron compensaciones económicas a cambio de abandonar la asociación.
Cain asegura que fue acusado “falsamente” de acoso sexual por esas dos mujeres y ha insistido en que se demostró, tras una investigación, que las denuncias carecían de fundamento.
La semana pasada hubo varios reportes en la prensa acerca que una tercera mujer no identificada también fue acosada por el candidato. Según la página de información política “The Hill” la mujer consideró actuar contra Cain, pero no lo hizo y ha decidido no hablar sobre el incidente.
El asunto se complicó definitivamente este lunes cuando Sharon Bialek, en una concurrida comparecencia ante la prensa en Nueva York denunció que, tras una cena con Cain en julio de 1997 en la que le pidió ayuda para encontrar trabajo, el empresario trató de aprovecharse de ella.
“No sé quién es esta mujer (…) Tampoco reconozco su nombre”, comentó hoy Cain al detallar que siguió la comparecencia de Bialek acompañado de su mujer, Gloria, con la que lleva casado 43 años y de la que ha recibido “total apoyo” ante el escándalo.
También enfatizó que estaría dispuesto a someterse a un detector de mentiras para probar su inocencia y a aquellos que se preguntan si va a abandonar su aspiración presidencial les dijo: “Eso no va a pasar”.
Al ser preguntado sobre por qué ha ido recordando paulatinamente detalles acerca de alguna de las supuestas víctimas respondió: “No soy experto en el funcionamiento del cerebro”.
Además, sostuvo que, aunque no puede afirmar que todo esto sea una “conspiración” en su contra, hay “coincidencias que lo sugieren”, después de haber acusado la semana pasada de estar detrás del escándalo a la campaña del gobernador de Texas, Rick Perry, uno de sus rivales republicanos.
Hoy también se conoció la identidad de una de las dos mujeres que llegaron a acuerdos con la asociación que presidía Cain en los noventa a cambio de mantener silencio.
Se trata de Karen Kraushaar, de 55 años y empleada ahora del Departamento de Tesoro, y que ha dicho a los medios que está “interesada” en organizar una conferencia de prensa conjunta con las otras tres supuestas víctimas de Cain para poner sobre la mesa todas las acusaciones.