La Liga Árabe mantiene las sanciones y rechaza dar más tiempo a Damasco
La respuesta de la Liga Árabe se produce horas después de que el portavoz del Ministerio sirio de Asuntos Exteriores, Yihad Maqdissi, declarara a los periodistas en Damasco que su país "respondió positivamente" a la iniciativa de la Liga Árabe y que está abierto a la admisión de observadores que garanticen el cumplimiento de un alto el fuego por parte del Gobierno.
La Liga Árabe decidió hoy mantener las sanciones económicas impuestas a Siria y se negó a dar un nuevo ultimátum a Damasco para que acepte la misión de observadores y el plan árabe, con el que pretenden poner fin a la espiral de violencia que ensangrenta el país.
Según se desprende de las palabras del secretario general de la organización panárabe, Nabil al Arabi, la razón principal sería que el régimen que preside Bachar al Asad planteó nuevas condiciones para la llegada de los citados observadores.
En declaraciones a los periodistas en El Cairo, Al Arabi, que coordina con los ministros de Exteriores árabes la respuesta al Gobierno sirio, señaló que esas nuevas condiciones planteadas están relacionadas con cuestiones que “nunca se han tratado”.
Por su parte, una fuente diplomática árabe dijo a Efe que la Liga Árabe “está en el camino de informar a Siria de su rechazo a las condiciones”.
De acuerdo con esa misma fuente, algunos de los ministros criticaron también el mensaje enviado a la organización por el jefe de la diplomacia siria, Walid al Mualem, al considerar que las nuevas condiciones pretenden “poner a la Liga Árabe contra la pared”.
“Siria sólo está perdiendo el tiempo y no quiere una solución”, a la espiral de violencia y represión policial que envuelve el país desde que a principios de año estallaran las protestas populares, agregó la fuente diplomática, que pidió no ser identificada.
La respuesta de la Liga Árabe se produce horas después de que el portavoz del Ministerio sirio de Asuntos Exteriores, Yihad Maqdissi, declarara a los periodistas en Damasco que su país “respondió positivamente” a la iniciativa de la Liga Árabe y que está abierto a la admisión de observadores que garanticen el cumplimiento de un alto el fuego por parte del Gobierno.
Maqdissi señaló, igualmente, que existe la posibilidad de que la firma del protocolo sobre la misión tenga lugar en Damasco y que a partir de entonces las sanciones sean “consideradas inmediatamente nulas e inválidas durante la firma”.
El sábado pasado, el grupo de contacto de la Liga Árabe para Siria dio un nuevo plazo a este país para que acepte el envío de observadores y evite así las sanciones aprobadas el pasado 27 de noviembre.
Entre esas medidas sin precedentes están la reducción a la mitad del número de vuelos comerciales que unen los países árabes con Siria, la prohibición de viajar a 19 altos cargos sirios y el cese parcial de los intercambios comerciales y financieros con el Gobierno de Damasco.
La cuestión de los observadores árabes está enquistada desde que el pasado 17 de noviembre Damasco presentara una serie de condiciones, que fueron rechazadas por la Liga Árabe porque en su opinión rompían “fundamentalmente la naturaleza de la misión de la delegación”.
Más de 4.000 personas han perdido la vida en Siria desde que el pasado marzo el régimen decidiera reprimir por la fuerza las protestas populares en demanda de reformas, según datos de la alta comisionada de la ONU de Derechos Humanos, Navi Pillay, para quien el país parece caminar hacia una guerra civil.