Estados Unidos aprueba el diseño del primer reactor nuclear en treinta años
La empresa estadounidense a cargo del proyecto ya está montando la estructura en China, y en nuevas centrales en los estados sureños de Norte y Sur Carolina, Georgia y Florida.
La Comisión Reguladora Nuclear de EE.UU. (NRC) aprobó hoy el diseño de un nuevo reactor nuclear, el primero para una central estadounidense en más de treinta años, que resistiría el impacto de un avión o una crisis como la de Fukushima.
El reactor, llamado AP1000, será construido por la empresa Westinghouse Electric, y la nueva certificación de la NRC, que entrará en vigencia dentro de dos semanas, será válida para los próximos 15 años.
Según la NRC, el nuevo diseño es más simple y por lo tanto más seguro, lo que permitirá que no sufra daños significativos en el hipotético caso de que un avión impacte contra las instalaciones, una preocupación derivada de los atentados del 11 de septiembre de 2001.
La aprobación da luz verde a la construcción de este modelo de reactor, que la empresa estadounidense ya está montando en China, en nuevas centrales nucleares en los estados sureños de Norte y Sur Carolina, Georgia y Florida.
Para Westinghouse éste es el final de una ardua carrera para conseguir la aprobación del regulador estadounidense y para dar miles de trabajos y “proveer con energía segura y limpia a generaciones futuras”, indicó el presidente de la compañía, Aris Candris.
Las novedades del nuevo reactor incluyen un nuevo sistema de refrigeración de emergencia del núcleo en caso de accidente, al tiempo que la NRC opina que la nueva tecnología aplicada en el AP1000 permitiría responder con más eficiencia a un corte de suministro eléctrico dentro de la central.
El 11 de marzo el potente terremoto y posterior tsunami que afecto a la costa oeste de Japón provocó en la central de Fukushima Daiichi un corte de luz en los sistemas de refrigeración que desencadenó un sobrecalentamiento de las piscinas de combustible usado y del núcleo fatal para la central.
Los graves problemas en tres de los reactores de Fukushima, incluida la fusión parcial del núcleo, provocaron graves filtraciones y que se clasificara el accidente como el peor desde el de Chernóbil en 1986.