La ONU insiste a Siria que detenga represión y cumpla acuerdo con Liga Árabe
"Exhorto a las autoridades sirias ante todo a detener la matanza de civiles y la violencia si quieren seguir adelante con el acuerdo alcanzado", emplazó el presidente de la Asamblea General del organismo, el catarí Abdulaziz Al Naser.
El presidente de la Asamblea General de la ONU, el catarí Abdulaziz Al Naser, insistió hoy en que las autoridades sirias deben detener la represión cuanto antes y cumplir con el acuerdo alcanzado con la Liga Árabe.
“Exhorto a las autoridades sirias ante todo a detener la matanza de civiles y la violencia si quieren seguir adelante con el acuerdo alcanzado con la Liga Árabe”, señaló Al Naser en una comparecencia ante la prensa para evaluar lo que ha dado de sí 2011 para la Asamblea General y la ONU.
El diplomático catarí reconoció que la Primavera Árabe ha sido un episodio muy importante para la organización y destacó la importancia de solventar la crisis que vive Siria, donde según la ONU han muerto más de 5.000 personas en el tiempo que dura la represión.
Al Naser señaló que “la ONU sigue de cerca el proceso en Siria” para ver si las autoridades cumplen con el acuerdo alcanzado con la Liga Árabe y advirtió que, “si fracasan, deben saber que la Liga Árabe traerá el asunto a la ONU, hasta el Consejo de Seguridad y a la Asamblea General”.
“Estoy preparado para mediar, para ayudar a instaurar la seguridad y la estabilidad en el país, pero Siria debe cumplir sus compromisos”, apostilló Al Naser el mismo día en que el primer grupo de observadores de la Liga Árabe llegó al país árabe para comprobar el cese de la violencia.
La misión de los observadores es proteger a los civiles y, sobre todo, verificar que Damasco cumple con el plan de solución a la crisis acordado con la Liga Árabe, el cual incluye el fin de una violencia que se ha saldado ya con la muerte de más de 5.000 personas, según las cifras de la ONU, y que este jueves continuó.
Otros puntos de la iniciativa son la liberación de los detenidos durante las protestas y la retirada de las Fuerzas Armadas de las poblaciones.
Mientras tanto, el Consejo de Seguridad mantuvo hoy un encuentro a nivel de expertos para lograr una reacción ante la situación en Siria con base en un texto presentado la semana pasada por Rusia.
Fuentes diplomáticas señalaron a Efe que del encuentro no salieron conclusiones ya que Rusia, que preside el Consejo este mes, no ha presentado todavía una nueva propuesta que recoja parte de las reclamaciones que los otros miembros expresaron en su primera reunión del lunes.
Poco antes del encuentro de hoy, el embajador de Francia ante la ONU, Gérard Araud, indicó que su delegación quiere “un texto tan pronto como sea posible” y detalló que ha presentado “serias modificaciones” al proyecto de resolución que presentó Rusia el jueves pasado.
“Queremos que la negociación sea tan rápida como sea posible”, aseveró Araud, mientras que varias delegaciones diplomáticas indicaron que Rusia, país redactor del último proyecto de resolución sobre Siria, gestiona con una lentitud buscada las negociaciones sobre el asunto.
El embajador ruso ante la ONU, Vitaly Churkin, negó hoy ante la prensa esas acusaciones y señaló que su delegación trata de unir las “numerosas” enmiendas que han presentado los otros miembros del Consejo en un nuevo texto, aunque no habló de plazos para presentarlo ni fechas.
“Si querían rapidez, que hubieran realizado solo dos o tres enmiendas“, aseguró Churkin en la que espera que sea su última comparecencia ante la prensa como presidente de turno del Consejo de Seguridad, según subrayó.
La presidencia rusa del Consejo de Seguridad culmina el 31 de diciembre, pero el máximo órgano de decisión de la ONU no tiene actividad prevista ni para este viernes ni para la próxima semana por la época navideña, con lo que esas palabras fueron interpretadas como ejemplo de su voluntad de que el texto sobre Siria se posponga hasta enero.
En los meses que dura la represión en siria, el Consejo de Seguridad ha sido incapaz de aprobar una resolución de condena a Damasco por la oposición de China y Rusia, quienes ejercieron en octubre el derecho a veto para evitar la adopción de un texto propuesto por los países de la Unión Europea y apoyado por Estados Unidos.