Grecia busca acceder a un nuevo préstamo para evitar la suspensión de sus pagos
El Fondo Monetario Internacional, la Comisión Europea y del Banco Central Europeo llegan tratar de encontrar una salida a la situación que mantiene al país con una deuda de 14.400 millones de euros en vencimientos de deuda e intereses.
El equipo de supervisión de la llamada troika internacional llegará el viernes próximo a Grecia para retomar la inspección de las reformas aplicadas por el Gobierno, necesarias para dar vía libre a más ayuda financiera, informó hoy el ministerio de Finanzas griego.
Según explicó el portavoz del ministerio, Ilyas Vergitsis, el equipo técnico de la troika llegará a la capital griega mañana, martes, para preparar el terreno a la llegada de los jefes de la misión, que aterrizarán en Atenas el viernes.
La troika está compuesta por expertos del Fondo Monetario Internacional (FMI), de la Comisión Europea y del Banco Central Europeo.
La misión internacional tiene previsto comprobar si ha habido avances en las reformas prometidas por el Gobierno que dirige el exbanquero Lukás Papadimos de cara a la concesión de un segundo préstamo por valor de 130.000 millones de euros.
En un principio, la misión de la troika debería haber llegado el día 15, según quedó pactado tras su visita de diciembre.
Pero la falta de un acuerdo sobre la supresión del 50 % de la deuda helena en manos de acreedores privados -que la troika considera indispensable para realizar la nueva inyección de fondos- ha retrasado la visita.
En las negociaciones mantenidas hasta ahora con los grandes bancos y fondos de inversión, Grecia no ha logrado acordar el interés, el vencimiento y la ley que regirá los bonos depreciados, que sustituirán a los actuales a través de un complejo proceso de canje conocido como Participación del Sector Privado (PSI, por sus siglas inglesas).
El pasado viernes, las negociaciones fueron suspendidas nuevamente y el Gobierno heleno espera que se reanuden el próximo miércoles, dijo hoy una fuente gubernamental.
El Gobierno ha alertado de que si no llegan los fondos europeos, Grecia podría quedar en suspensión de pagos el 20 de marzo, cuando afronta el desembolso de 14.400 millones de euros en vencimientos de deuda e intereses.
Ante los crecientes temores a una quiebra, el Gobierno griego envió hoy a Washington al director de la Agencia de Gestión de la Deuda Pública (PDMA), Petros Jristodulu, y al jefe del Consejo de Asesores Económicos, Yorgos Zanias, para entrevistarse con representantes del FMI y tratar de calmar los ánimos.