Capitán del Costa Concordia admite que el accidente se debió a un error suyo
Francesco Schettino admitió haber ordenado que el buque se diera la vuelta "demasiado tarde". Mientras las labores de búsqueda fueron reanudadas se confirmó la existencia de daño ambiental.
En un nuevo capítulo de la trama en torno al accidente del crucero Costa Concordia, el capitán de la nave Francesco Schettino, admitió ante la policía que el accidente se debió a un error suyo, según indica la BBC citando un documento filtrado de la investigación. Schettino ordenó que el buque se diera la vuelta “demasiado tarde”, según fuentes judiciales. “Conocía muy bien las profundidades de la zona”, ha explicado.
Schettino fue puesto bajo arresto domiciliario el pasado martes, luego de que la jueza de Grosseto, Valeria Montesarchio, calificará al capitán como “imprudente, incapaz y fuera de quicio“. Sin embargo la jueza cambió esta medida por el arresto demiciliario, dejando que Schettino regresara con su familia, cerca de Nápoles, porque opina que es improbable que se fugue, en contra de lo que sostienen los fiscales.
“Schettino se quedó en la costa de la isla de Giglio toda la noche, viendo cómo se hundía el Concordia”, dijo Montesarchio. Si no huyó en aquellos momentos, cuando el desastre asumía proporciones cada vez más dramáticas, es improbable que lo haga ahora.
Las labores de búsqueda de la veintena de desaparecidos en el Costa Concordia fueron suspendidas a primera hora de la mañana del miércoles debido al deslizamiento de la nave. Sin embrago, éstas se reanudaron, centrándose en el puente cuatro, donde se hallaron los últimos cinco cadáveres; para ello se tendrán que utilizar pequeñas cargas explosivas que creen los pasillos para que puedan entrar los buzos, explicaron desde la Marina militar.
Las autoridades de la marina italiana señalaron que se prestará máxima atención a los posibles movimientos del barco, que ayer se movió de un metro, y las condiciones meteorológicas.
Asimismo, han llegado a la isla del Giglio, expertos de la compañía holandesa Smit, que se ocuparán de la extracción de las cerca 2.400 toneladas de carburante de las bodegas del Costa Concordia. El ministro italiano de Medioambiente, Corrado Clini, reconoció que “existe ya un daño ambiental, aunque muy contenido, relativo a los fondos marinos de la isla del Giglio”.
“Estamos ante una situación límite porque la nave se mueve -añadió Clini-. Hay que actuar contrarreloj. Creo que en las próximas doce horas estaremos en disposición de comenzar a trabajar en el depósito”.
El casco del barco ha devuelto otros cinco cuerpos, con lo que ya asciende a 11 el número de víctimas del naufragio. Se trata de un balance aún aproximado: la lista de los desaparecidos —obtenida tras comparar el registro de quienes embarcaron en Civitavecchia y el de las personas salvadas por los guardacostas en la madrugada del sábado— es “poco precisa”, según admitió la capitanía italiana.Dentro de este listado hay italianos, franceses, estadounidenses, un húngaro, un indio y una mujer peruana.
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