Ollanta Humala: “no soy de izquierdas”
"Yo soy un nacionalista que ha recogido las banderas de la justicia social. En realidad esa división entre derecha e izquierda es algo del pasado. Terminó con la caída del muro de Berlín", puntualiza en entrevista con El País.
En vísperas del viaje que le llevará esta semana hasta España y Davos (Suiza), para buscar inversiones y contactos empresariales, el presidente peruano, Ollanta Humala, asegura que Perú es “un país de oportunidades, la puerta de América, la principal”.
En una entrevista que publica hoy el diario español “El País”, Humala destaca las bondades de Perú para el inversor y hace hincapié en la “seguridad jurídica” que ofrece.
“Perú es muy atractivo para hacer negocios y las proyecciones apuntan que la economía crecerá en un rango del 5,5 por ciento este año, lo que la ubica como una de las de mayor desarrollo de la región, a pesar de la crisis internacional”, afirma.
El próximo miércoles 25 Humala viajará a Madrid, donde será recibido por el rey Juan Carlos I, antes de entrevistarse con el máximo mandatario español, Mariano Rajoy.
El dirigente peruano responde además a la “imagen estereotipada” que de él se pueda tener y afirma con rotundidad que no es “de izquierdas”.
“Yo soy un nacionalista que ha recogido las banderas de la justicia social. En realidad esa división entre derecha e izquierda es algo del pasado. Terminó con la caída del muro de Berlín”, puntualiza.
Humala se confiesa contrario a la legalización de las drogas, “a las que hay que combatir mediante la interdicción y la investigación en el lavado de activos y dinero”, y descarta la idea de un hipotético Plan Colombia para Perú.
Tiene claro que el problema fundamental en su país y en otros de América Latina es la “falta de institucionalidad”, que afecta a muchos sectores, “pero primordialmente a la existencia y funcionamiento de los partidos”.
El presidente de Perú defiende en la entrevista los beneficios de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) para la región, “porque ayudará a que las decisiones tomadas por la OEA sean más eficientes, o, en todo caso, puede convertirse en una alternativa”.
“Unasur responde a una realidad, a un mercado de más de setecientos millones de habitantes en el que hay dos grandes polos, Brasil y México, pero del que se benefician mucho los países medianos y pequeños”, dice.
Humala echa la vista atrás y recuerda su años como militar, así como el alzamiento en armas que encabezó, el 29 de octubre de 2000, en la ciudad de Lucumba, “en defensa del orden constitucional vulnerado por Fujimori”.
En ese sentido, afirma que entre sus políticas inmediatas “no está el exigir una rendición de cuentas” sobre los posibles delitos de lesa humanidad cometidos en ese periodo de la historia de Perú.
“El país no puede perder la memoria, las heridas no están cerradas y aún quedan grupos violentos que continúan operando en algunas zonas, pero su derrota es solo cuestión de tiempo”, añade.
Junto a la prioridad de “pacificar el país”, Humala asume la de “reforzar y respetar el Estado de Derecho” y llevarlo “al interior”.
“Necesitamos un Estado que garantice la multiculturalidad, pero que funcione como una unidad”, afirma en la entrevista.