Inglaterra niega estar militarizando las Malvinas y subraya respaldo de la ONU
Desde Inglaterra dicen que Argentina "puede llevar ante la ONU los asuntos que considere adecuados, pero la Carta de Naciones Unidas consagra "el derecho a la autodeterminación".
El Reino Unido mantuvo hoy su rechazo a negociar la soberanía de las islas Malvinas y negó que pretenda militarizar el Atlántico Sur en respuesta a la amenaza de Argentina de llevar la disputa ante el Consejo de Seguridad de la ONU.
El gallito entre ambos países ha subido de tono ante la cercanía del 30 aniversario de la guerra que los enfrentó en 1982 y, mientras Argentina acusa al Reino Unido de reforzar su presencia militar en el Atlántico Sur, Londres cree que Buenos Aires busca aislar el archipiélago mediante la internacionalización del conflicto.
El anuncio del martes de la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, de que presentará una protesta formal ante la ONU por el próximo despliegue de un destructor británico y la presencia en las Malvinas del nieto de la reina Isabel II no logró hoy que Londres se apartara un ápice de la posición que ha mantenido durante años.
Ni siquiera hizo reaccionar a las principales autoridades británica, pues los comentarios oficiales sobre las Malvinas (conocidas como Falklands en el Reino Unido) se hicieron a través de oscuros portavoces.
El Reino Unido “no está militarizando” el Atlántico Sur, el envío del destructor es una operación “de rutina”, reiteró hoy Londres.
“Los habitantes de las Malvinas son británicos por elección. Son libres de decidir sobre su futuro y no habrá negociaciones con Argentina sobre la soberanía a menos que lo deseen los isleños”, unas 3.000 personas, apuntó un portavoz del Foreign Office.
La semana pasada, Londres anunció el envío al Atlántico Sur de un moderno buque de guerra, el destructor “HMS Dauntless”, que está equipado con misiles antiaéreos, dos días antes de que llegase a las Malvinas el príncipe Guillermo, segundo en la línea de sucesión de la Corona británica, para una instrucción militar de seis semanas.
A Londres le ha molestado que Argentina lograse en diciembre un bloqueo al atraque en los puertos de los países de Mercosur de los barcos con bandera de las Malvinas y teme además que el único avión que une semanalmente a los isleños con América del Sur, de la aerolínea LAN Chile, sea suspendido por presiones argentinas.
Cristina Fernández anunció el martes que Argentina denunciará al Reino Unido ante el Consejo de Seguridad de la ONU, del que este país es miembro permanente con derecho de veto, y pidió al primer ministro británico, David Cameron, que “dé una oportunidad a la paz y no a la guerra”.
Cameron y Fernández se han cruzado acusaciones en las últimas semanas: el “premier” británico dijo que la actitud argentina era “colonialista” al tiempo que vio tachada su posición de “provocadora” por las autoridades de Buenos Aires.
“Están militarizando el Atlántico Sur una vez más. No podemos interpretar de otra manera el envío de un destructor, inmenso y modernísimo, acompañando al heredero real, que nos hubiera gustado verlo con ropas de civil y no con uniforme militar”, dijo ayer la presidenta argentina.
Una portavoz de Downing Street -residencia oficial del primer ministro británico- indicó hoy, en su rueda de prensa diaria, que Argentina puede llevar ante la ONU los asuntos que considere adecuados, pero que la Carta de Naciones Unidas consagra “el derecho a la autodeterminación”.
“Y de eso hablamos en relación con las islas Malvinas”, apuntó la portavoz, que volvió a señalar que el Gobierno británico mantiene sus habituales “planes de contingencia” en caso de que se produzca una agresión contra el archipiélago, cuya soberanía tiene desde 1833.
“No estamos militarizando el Atlántico Sur, nuestra posición militar sigue siendo la misma”, insistió.
Fernández también acusó al Reino Unido de “depredar” el petróleo y los recursos pesqueros de Malvinas, en cuyas aguas empresas británicas llevan a cabo trabajos de exploración de crudo.
Argentina y el Reino Unido libraron una guerra por la soberanía de las Malvinas entre el 2 de abril y el 14 de junio de 1982, que comenzó con la ocupación lanzada por Argentina y concluyó con la rendición de ese país, en tiempos de la “dama de hierro” Margaret Thatcher