Ejército desertor de Siria dice que no fue autor de explosiones en Alepo que dejaron 25 muertos
Anteriormente, el comandante en jefe del ELS, coronel Riad al Asad, había afirmado que su grupo era el autor de las explosiones, aunque Kurdi no explicó el motivo de la confusión inicial.
El Ejército Libre Sirio (ELS), integrado por militares desertores, dijo que no fue el autor de las explosiones contra dos sedes de las fuerzas del orden en Alepo, que dejaron hoy 25 muertos, sino de un ataque previo con armas ligeras.
El “número dos” del ELS, Malek Kurdi, dijo en El Cairo, por teléfono desde Turquía, que los dos estallidos se produjeron tras la retirada de una brigada de militares desertores que atacaron los dos edificios con armas ligeras, pero que ellos no estuvieron detrás de las explosiones.
“Pensamos que las dos explosiones fueron preparadas y ejecutadas por el mismo régimen para cubrir sus crímenes en otras ciudades”, aseguró Kurdi.
Anteriormente, el comandante en jefe del ELS, coronel Riad al Asad, había afirmado que su grupo era el autor de las explosiones, aunque Kurdi no explicó el motivo de la confusión inicial.
“Grupos nuestros del ELS atacaron estos dos edificios, pero no estaba previsto el uso de explosivos, sino el de armas ligeras y lanzagranadas, porque no tenemos la logística para llevar a cabo un ataque de esa magnitud”, dijo Kurdi.
El Ministerio de Sanidad sirio, según la televisión oficial, informó de que al menos 25 personas han muerto y 175 han resultado heridas por las explosiones en Alepo, 360 kilómetros al norte de Damasco y capital económica del país.
Los estallidos tuvieron como objetivo una sede de la Agencia de Inteligencia de la Policía Militar, en el barrio de Nuevo Alepo, y un edificio de las fuerzas antidisturbios, situado en la zona de Al Sajur, precisó la televisión oficial, que describió a los atacantes como “grupos terroristas”.
Una residente en Alepo, que se identificó como Mayada, explicó a Efe que las explosiones fueron consecutivas y se oyeron en otros puntos de la localidad.
“Las paredes y las camas han retumbado. Mis hijas empezaron a llorar, ha sido aterrador”, explicó Mayada, madre de tres niñas, en una conversación telefónica.
La televisión oficial mostró en directo los cuerpos mutilados de algunas víctimas, que yacían en medio de vehículos calcinados y escombros en los lugares de las explosiones.
Los cristales de todas las ventanas del edificio de la Inteligencia estaban rotos.
Este ataque ocurre después de que sucedieran atentados similares en los últimos dos meses en Damasco.
El pasado 6 de enero, más de 20 personas murieron en un atentado en el barrio damasceno de Al Midan, dos semanas después de que dos explosiones causaran 44 muertos en un ataque contra edificios de los cuerpos de la Seguridad y la Inteligencia sirias, que las autoridades atribuyeron a terroristas suicidas.