900 familias damnificadas tras inundaciones en frontera con Perú y Brasil
En los últimos cinco días, la crecida del río Acre, que nace en Perú, arrasó el pequeño pueblo boliviano Bolpebra (Bolivia, Perú, Brasil), situado en la frontera tripartita, y luego dañó barrios de la ciudad de Cobija, capital del departamento amazónico de Pando, explicó Morales.
El presidente de Bolivia, Evo Morales, afirmó hoy que las inundaciones en la amazonía boliviana, en la frontera con Perú y Brasil, causaron “estragos” en las viviendas y bienes de 900 familias, aunque destacó que no se han perdido vidas en esa zona.
Morales se refirió a la situación de esa región durante la conducción de un programa en la radio Kawsachun Coca (viva la coca en quechua) desde la localidad de Lauca Ñ, en la zona productora de coca del Chapare, bastión sindical y político del mandatario.
En los últimos cinco días, la crecida del río Acre, que nace en Perú, arrasó el pequeño pueblo boliviano Bolpebra (Bolivia, Perú, Brasil), situado en la frontera tripartita, y luego dañó barrios de la ciudad de Cobija, capital del departamento amazónico de Pando, explicó Morales.
En algunos barrios inundados de Cobija solo se puede divisar los techos de las casas, en muchas calles hay transporte solo en botes y centenares de personas huyeron hacia el monte, al no estar preparadas para enfrentar la inundación, según la prensa.
El puente internacional entre Cobija y la ciudad vecina brasileña de Brasilea, inaugurado hace siete años, también está en peligro, indicó el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana.
La alcaldesa de Cobija, Ana Lucía Reis, dijo que se ha declarado zona de desastre al municipio ante las peores riadas sufridas en treinta años por el crecimiento en varios metros del río Acre.
El vicepresidente del país, Álvaro García Linera, viajó hoy a la zona de las inundaciones con ayuda humanitaria.
El Gobierno evaluará mañana declarar emergencia nacional porque los daños causados en todo el país por el fenómeno climático de La Niña afectan a más de 8.600 familias y provocaron la muerte de una decena de personas desde diciembre pasado.