La triste historia de la victíma Nº 51 del accidente ferroviario de Once
"El cuerpo estaba en el fuelle que separa el tercer y cuarto vagón".Tras revisar las cámaras de seguridad se volvió a buscar en el vagón donde subió Lucas Menghini. Finalmente el accidente del martes en Buenos Aires dejó 51 muertos y más de 700 heridos.
Lo buscaron desesperadamente desde la noche misma del martes. Lucas Menghini Rey de 20 años no aparecía ni en los hospitales y en la morgue judicial. Incluso su familia pensó que no había tomado el tren accidentado, en la mañana del martes en la estación de Once (Buenos Aires), y que su ausencia respondía a otra causa.
“No vamos a descansar hasta que Lucas no aparezca. Nadie desaparece. Les pido a todos que no paren de buscar a Lucas”, era el pedido de María Luján, madre de Lucas.
Pero la terrible confirmación para su familia llegó hoy viernes. “El cuerpo estaba en el fuelle que separa el tercer y cuarto vagón”.Tras revisar las cámaras de seguridad de la estación de San Antonio de Padua, donde subió Menghini Rey, se volvió a buscar en el vagón donde subió la víctima.
Los usuarios del tren con el grito de “asesinos”, han exigido que se aclare lo sucedido. El cadáver del joven estuvo en la máquina desde ocurrido el siniestro, aunque se desconoce si murió en el acto o agonizó. Durante las pericias no fue advertido por los forenses ni por el juez de la causa, Claudio Bonadio, que realizó una inspección del andén.
La Policía Federal volvió a desplegar un enorme operativo para reforzar el vallado de los andenes y permitir el trabajo de los Bomberos que intentan retirar el cuerpo del lugar. Se los vio ingresar con sierras. Poco después, colocaron una vez más los inmensos carteles azules para tapar lo que estaba ocurriendo en el interior del tren.
La noticia desató tal indignación de la gente que permanecía en la terminal del Sarmiento, que las autoridades dispusieron una fuerte custodia policial.
Lucas era la única persona que aún estaba desaparecida desde que ocurrió el brutal accidente en el que murieron otras 50 personas y más de 700 terminaron heridas. Todas las ilusiones estaban puestas en que se repitiera la historia de otros con más suerte. Fernando Sánchez (22) y Javier Almaraz (41) que también estaban desaparecidos y que fueron hallados sanos y salvos.
