ONU: Ningún sistema carcelario en Latinoamérica es humano
El relator sobre Tortura, Tratos Degradantes y Crueles, dijo que "La situación es espantosa, hay gradaciones pero no creo que haya un solo país que puede vanagloriarse de tener un sistema carcelario humano".
El relator especial de Naciones Unidas sobre Tortura, Tratos Degradantes y Crueles, el argentino Juan Méndez, afirmó hoy que no hay ni un país en Latinoamérica que tenga un “sistema carcelario humano”.
“La situación de las prisiones en toda Latinoamérica es espantosa, es realmente muy mala, hay gradaciones y variaciones, por supuesto, pero no creo que haya un solo país que puede vanagloriarse de tener un sistema carcelario humano”, afirmó Méndez en una rueda de prensa en Ginebra.
“En algunos casos el problema es muy severo, como en Honduras, donde ha habido motines de prisioneros, pero también en México o en Brasil ha habido motines, e incluso en mi país, Argentina, que no ha habido disturbios, pero sí se cometen abusos de prisioneros y existen severas condiciones de vida”, agregó.
Méndez lamentó que estas prácticas se hayan heredado de las dictaduras que regían la región en los años 60, 70 y 80, y que a pesar del tiempo transcurrido aún no se han erradicado.
“Es muy desalentador que esto ocurra en un periodo de democracia en Latinoamérica”, dijo.
El relator asumió no obstante que los ejecutivos latinoamericanos no torturan ni infligen tratos degradantes a propósito, sino que éstos son fruto de la negligencia con la que afrontan el problema.
“En parte, los gobiernos latinoamericanos no quieren torturar a los reos, pero dan muy poca prioridad a las reformas de la Justicia Criminal, y a la reforma carcelaria, y la superpoblación es una muestra de la falta de prioridad y falta de inversión”.
La situación actual “también es una consecuencia del intento de criminalizar todo, lo que provoca que las prisiones estén llenas de gente que no debería estar ahí”, explicó.
Según Méndez, “lo bueno es que los gobiernos no infligen estos tratamientos crueles e inhumanos deliberadamente, por lo que convencerlos de que necesitan asumir que este tema es muy serio no será difícil”.
“Sin embargo -puntualizó- esto no significa que no sean responsables”.
Hace unas semanas, tras el motín en una cárcel hondureña que dejó más de 350 muertos, la Oficina de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos denunció un “alarmante patrón de violencia en las prisiones de Latinoamérica” debido al “endémico problema” de superpoblación de las cárceles en la región.
Asimismo, denunció que “ningún país en Sudamérica” ha establecido un Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura.
Ante esta situación, la Oficina de Derechos Humanos de la ONU solicitó a todos los países latinoamericanos que establezcan grupos imparciales que puedan visitar las cárceles e implementar los estándares internacionales de trato a los prisioneros.