Sólo la negociación puede terminar con la violencia en Siria, según la ONU
Sólo este lunes se ha informado la aparición de al menos 45 cadáveres de mujeres y niños con signos de tortura; los refugiados se cuentan por miles, sólo en el Libano son 9.000, de ellos 2.000 han llegado en los últimos días.
La comisión investigadora de la ONU sobre las violaciones de derechos humanos en Siria subrayó este lunes su oposición a cualquier intervención militar en ese país, para el que no ve otra solución que el diálogo y una salida negociada a la violencia que ha dejado más de 7.500 muertos en un año.
“Decimos claramente que una intervención militar externa o (continuar) con la confrontación armada (interna) no ayudará. No vemos otra solución que el diálogo entre las partes”, dijo a la prensa el presidente de la comisión, el jurista brasileño Sergio Pinheiro.
A juicio de Pinheiro, una operación militar extranjera en Siria tendría “consecuencias catastróficas” y pidió “no jugar con esto” porque “no hay intervenciones mágicas”.
Fresco aún está el recuerdo de la intervención armada en Libia para derrocar a Muamar el Gadafi, que se creyó duraría algunas semanas y terminó prolongándose por siete meses y causando unos 30.000 muertos.
En ese sentido, Pinheiro defendió la gestión del ex secretario general de la ONU, Kofi Annan, enviado especial de la ONU y la Liga Árabe para la crisis siria, y al que la oposición de ese país ha criticado por no haber obtenido un cese inmediato de los ataques de las fuerzas gubernamentales contra los civiles.
Annan “sólo ha estado dos días y ha mantenido dos reuniones con el presidente Asad y miembros del Gobierno, sería inaceptable juzgar su misión. Tenemos que creer en la mediación paciente”, sostuvo.
La comisión investigadora, presidida por Pinheiro y que completan la jurista turca Yakin Erturk y la estadounidense Karen Abu Zeid, presentó hoy al Consejo de Derechos Humanos (CDH) de la ONU su último informe sobre la situación en Siria, con la frustración de no haber logrado la autorización para entrar al país.
Por esa razón, los investigadores tuvieron que visitar países vecinos, donde se entrevistaron con refugiados que lograron huir de la violencia.
Pinheiro recordó que los refugiados se cuentan por miles y que, sólo en el Libano son 9.000, de los que 2.000 han llegado en las últimas semanas.
En su informe, la comisión denuncia igualmente el horror que soporta desde hace largos meses la población siria, pero señala que también “grupos antigubernamentales han cometido abusos”, aclarando enseguida que “hay una gran disparidad entre los medios que éstos usan y los que despliegan las fuerzas del Gobierno”.
En su presentación al CDH, Pinheiro se refirió de manera indirecta a las acusaciones del régimen sirio de que se está armando desde el exterior a los rebeldes y dijo que “almacenar violencia, aumentar la militarización y suministrar armas no son la respuesta correcta” a la crisis.
En ese sentido, señaló que el Gobierno sirio entregó a la comisión información relacionada con la financiación y provisión de armas a grupos opositores.
En su comparecencia ante la prensa, el responsable de la comisión insistió en que “vemos que el actual nivel de militarización de la confrontación está provocando un alto número de víctimas”.
En el plano humanitario, el informe señala que la situación es cada vez más desoladora tanto en la provincia de Homs -asediada desde hace semanas por las fuerzas del gobierno-, como en Idlib, Hama, en el área rural de Damasco y en Daraa, a los que se reclama que la ayuda internacional tenga acceso sin restricciones.
Sólo en la jornada de este lunes se ha informado la aparición de al menos 45 cadáveres en Homs, mujeres y niños asesinados con señales de tortura previa. El Ejército y los rebeldes se acusan mutuamente de la última carnicería, cometida durante la noche del domingo, pero diversos indicios apuntan hacia la culpabilidad de fuerzas leales al presidente Bachar el Asad.
