Militares bolivianos patrullan calles contra inseguridad en cuatro ciudades
En un acto con militares en la ciudad de Cochabamba (centro), el presidente Evo Morales reconoció hoy que "es insuficiente la participación de la Policía nacional" para frenar la delincuencia, por lo que decidió que las Fuerzas Armadas refuercen esa labor.
Unos 2.300 militares patrullan las calles en las cuatro mayores ciudades de Bolivia para combatir la inseguridad ciudadana, tras una serie de protestas populares por el aumento de la delincuencia, informaron hoy fuentes oficiales.
En un acto con militares en la ciudad de Cochabamba (centro), el presidente Evo Morales reconoció hoy que “es insuficiente la participación de la Policía nacional” para frenar la delincuencia, por lo que decidió que las Fuerzas Armadas refuercen esa labor.
Los más de 2.300 militares comenzaron anoche a patrullar las calles en La Paz, sede de Gobierno y del Legislativo; la vecina ciudad de El Alto, una de las más pobres de Bolivia; Cochabamba y la oriental Santa Cruz, la más próspera del país.
El ministro de Defensa, Rubén Saavedra, explicó a los medios que la medida se enmarca en el Plan Nacional Ciudad Segura, que apunta a “neutralizar la inseguridad ciudadana” en las cuatro urbes.
El plan responde a protestas de vecinos de El Alto y campesinos del altiplano paceño, que han reclamado en los últimos días la pena de muerte para los asesinos y violadores, tras el asesinato de dos periodistas que fueron estrangulados cuando iban a su trabajo.
El exministro de Gobierno Saúl Lara consideró que sacar a los militares a las calles “es una medida positiva”, pero es como “un parche, un paliativo” que no va a resolver “el problema estructural de la inseguridad ciudadana”.
Según Lara, hay “temas estructurales” que el Gobierno debe resolver, como el desempleo, la pobreza, la falta de educación, el alcoholismo, la drogadicción y el narcotráfico, “que generan violencia y criminalidad”.
“Lo más grave y más preocupante es la anomia social que estamos sintiendo los bolivianos cuando ya la gente no cree en la institucionalidad, en la Policía, en la administración de Justicia, ni en los fiscales y cree que puede hacer justicia por sus propias manos”, agregó la exautoridad.
Lara aludió así a los frecuentes linchamientos, sobre todo en El Alto y en el área rural, de supuestos delincuentes, en todos los casos en nombre de la “justicia comunitaria” consagrada en la Constitución de 2009.
El senador opositor Roger Pinto dijo que “es una mas de las decisiones desesperadas del Gobierno por falta de previsión” y que “no va a solucionar el problema” de la inseguridad si no lo asume “de manera integral” para, por ejemplo, crear nuevos empleos y frenar el narcotráfico “que es la principal fuente de violencia”.
También criticó la labor de la Policía que, a su juicio, está “debilitada, manejada políticamente y al servicio de los intereses del Gobierno”, que la usa para “reprimir antes que para combatir la delincuencia”.
Morales, que estuvo esta semana en Colombia, sugirió hoy invitar al país al alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, a quien alabó por su “experiencia en combatir la delincuencia”.
“En Colombia ha bajado la delincuencia y se ha dado seguridad, me ha sorprendido la experiencia del actual alcalde de Bogotá, que está dispuesto con su equipo a acompañarnos para compartir experiencias y mejorar nuestro trabajo”, agregó el mandatario.