Siria: Mientras llegan observadores de la ONU, se dan duros choques entre rebeldes y ejército
Los habitantes de Damasco señalan que escucharon disparos de forma ininterrumpida durante toda la noche y hasta el amanecer. En dos atentados ocurridos el domingo en Damasco y Alepo, al menos 8 personas murieron.
Grupos rebeldes y fuerzas de Seguridad del presidente Bashar al Assad libraron hoy duros enfrentamientos en un distrito del oeste de Damasco, en una sangrienta jornada que coincidió con la llegada de la misión de observadores promovida por el enviado especial de la ONU y la Liga Árabe, Kofi Annan.
El saldo de víctimas en los combates en el distrito damasceno de Mezeh, que acoge varias embajadas y sedes de los servicios de seguridad, difiere según la fuente.
De acuerdo con la televisión oficial, murieron tres “terroristas” y un agente antidisturbios en los combates.
Además, otro supuesto terrorista habría sido arrestado en una redada de las fuerzas del orden en una casa donde se escondían “grupos armados”, a los que régimen de Al Asad responsabiliza de la violencia en el país.
Por su parte, el “número dos” del insurrecto Ejército Libre Sirio (ELS), Malek Kurdi, aseguró por teléfono que sus fuerzas causaron decenas de víctimas entre las filas gubernamentales en Mezeh.
Un residente en el barrio, que pidió no ser identificado, también afirmó que escuchó “disparos de forma ininterrumpida durante toda la noche y hasta el amanecer”.
“Los enfrentamientos comenzaron en torno a la medianoche y continuaron hasta las 06.00 (04.00 GMT), junto a al menos 15 explosiones. Sobre las 08.30 (06.30 GMT), escuché otro tiroteo. Ha sido una noche muy mala, nadie en este área puede haber dormido, porque el ruido era muy fuerte”, agregó.
Otro habitante de Mezeh relató que los “intensos disparos y las fuertes explosiones” le hicieron pasar miedo, y que desde su casa tenía la sensación de que “había un intento de invadir el barrio”.
Según la versión de los rebeldes, los choques comenzaron a las 01.00 hora local (23.00 hora GMT) y se desencadenaron después de que agentes y “shabiha” (sicarios) del régimen irrumpieran en las viviendas de varios vecinos para expulsarlos y robar sus pertenencias.
El lugarteniente del ELS señaló que sus hombres respondieron atacando una sede de la Seguridad Política y un puesto de control con proyectiles de mortero y ametralladoras, antes de retirarse a primera hora de esta mañana.
En algún momento, los choques se acercaron al aeropuerto de la capital, dijo Kurdi.
Concluidos los enfrentamientos, efectivos del régimen bloquearon todos los accesos a Mezeh, indicaron los opositores Comités de Coordinación Local.
Estos sucesos coincidieron este domingo con la llegada de una misión de observadores de la ONU y de la Organización de la Conferencia Islámica (OCI), enviada por Annan, para promover un alto el fuego y evaluar la situación humanitaria.
Fuentes de ambos organismos en Damasco explicaron que una de las tareas de la misión será preparar una nueva visita de Annan, que ya estuvo en el país los pasados 10 y 11 de marzo para entrevistarse con Al Asad.
Según las fuentes, los observadores han comenzado ya su misión de evaluación, supervisada por las autoridades sirias, en Homs (centro), Hama (centro), Tartús (oeste), Latakia (oeste), Alepo (norte), Deraa (sur) y en Rif Damasco (en los alrededores de la capital) para analizar las necesidades humanitarias.
El viernes pasado, Annan mostró ante el Consejo de Seguridad de la ONU su decepción por las respuestas de Damasco a su mediación en la crisis del país, pero se mostró decidido a seguir negociando después de lograr el apoyo unánime de ese órgano.
La llegada de los observadores se produce después de que el pasado fin de semana se registraran dos atentados en Damasco y Alepo, la segunda ciudad siria, que dejaron casi una treintena de muertos y más de un centenar de heridos.
Los Comités de Coordinación Local señalaron que al menos ocho personas murieron este domingo por la represión de las autoridades en distintos puntos del país.
Tres de las víctimas mortales se registraron en las inmediaciones de Damasco, dos en Idleb (norte), dos en Qameshli (noreste) y una en Alepo.
No es la primera vez que se despliegan observadores sobre el terreno, ya que en diciembre pasado una misión de la Liga Árabe llegó a Siria, pero al final fue suspendida el 28 de enero por el deterioro de la seguridad.
La ONU calcula que más de 8.000 personas han muerto desde el inicio de las protestas hace ahora un año, aunque la oposición cree que las víctimas mortales superan las 9.000.