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20 de Marzo de 2012

La historia de Adela: Siete años presa por no saber decir en español “yo no maté a mi hijo”

La mujer analfabeta, pobre e indígena fue condenada a 15 años por haber matado a su hijo en Máxico. Ella no entendió una palabra del proceso, pues no hablaba castellano; pasó siete años en prisión y allí aprendió nuestro idioma, entonces pudo contar la verdad.

Por Redacción
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Sólo cuando pudo aprender a hablar en español Adela Ramírez pudo dar su versión de lo ocurrido, la versión real. Esta mujer que trabajaba como cocinera o acompañando a los hombres a beber en una cantina del pueblo indígena de Chiapas en México, fue acusada y encarcelada injustamente de matar al hijo de ocho meses de gestación que llevaba, sin prueba alguna. Cuando la apresaron, en 2002 esta indígena sólo se limitó a estampar su dedo en cuanta versión se le ofrecía de la investigación. No entendía una palabra de lo que le decían en castellano.

De esta forma Adela fue sentenciada a 15 años de prisión por un el juez que consideró probado que mató a su hijo porque no quería tenerlo. Sólo cuando la mujer aprendió a hablar castellano, pudo contar la verdad:  que se cayó por las escaleras de su casa, que se desmayó y que con el golpe se le adelantó el parto y el niño no sobrevivió. O, como diría su abogada Martha Figueroa, hasta que llegaron las elecciones y apareció el gobernador para hablar de derechos humanos y hacerse una foto, ella logro salir libre. Sin embargo para esto tuvieron que pasar largos siete años.

La historia estremece pero no sorprende demasiado, una mujer analfabeta, pobre e indígena ha sido víctima de la sociedad y sus injusticias.

El final feliz, llegó el pasado 27 de febrero, cuando el gobernador de Chiapas, Juan Sabines, decidió concederle la libertad, a Adela, hoy de 29 años, junto a otras dos reclusas, al considerar que su detención había sido injusta; luego selló el final de su historia con una fotografía, hecha pública por el Gobierno, en la que se ve a Sabines con cara sonriente y a Adela agarrada a su carta de libertad.

El gobernador reconoció en un comunicado tras la liberación que “existen otros casos” de mujeres indígenas injustamente encarceladas. “Gracias a las reformas legales realizadas en Chiapas en los últimos cinco años podrán alcanzar su libertad”, aseguró.

Martha Figueroa define sin tapujos al sistema judicial mexicano como pésimo, agregando que la indefensión de la mujeres sin recursos es total. “No digamos las indígenas”, añade. En México, el 95% de las sentencias son condenatorias, según datos de la Asociación Renace, que trabaja en la defensa de personas sin recursos. La abogada corrobora que en la mayoría de los casos hay irregularidades en el procedimiento, que en el caso de Adela, sostiene, se unieron a “un sesgo discriminatorio injustificable”.

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