Cuba declara festivo el próximo Viernes Santo tras la petición del papa
El diario oficial Granma, portavoz del gobernante Partido Comunista de Cuba (PCC, único), informa hoy de que el Consejo de Ministros acordó ayer el receso de las actividades laborales el viernes 6 de abril de Semana Santa.
El Gobierno de Cuba declaró festivo el próximo Viernes Santo, 6 de abril, en consideración a la petición del papa Benedicto XVI en su visita a la isla, una decisión que de momento tiene “carácter excepcional” este año en espera de una “determinación definitiva”.
El diario oficial Granma, portavoz del gobernante Partido Comunista de Cuba (PCC, único), informa hoy de que el Consejo de Ministros acordó ayer el receso de las actividades laborales el viernes 6 de abril de Semana Santa.
El rotativo recuerda que el Pontífice solicitó al presidente cubano, Raúl Castro, declarar festivo en la isla el Viernes Santo con motivo de las conmemoraciones religiosas de esa jornada, durante la reunión que sostuvieron en el Palacio de la Revolución de La Habana el pasado martes.
“Momentos antes de su partida, el presidente cubano le expresó la voluntad de que el próximo viernes 6 de abril, con carácter excepcional, en consideración a Su Santidad y al feliz resultado de esta trascendental visita a nuestro país, se accedía a ello y que se reservaba a los órganos superiores de la Nación la determinación definitiva”, indica Granma.
La petición del papa Ratzinger da continuidad a la realizada por su antecesor Juan Pablo II en la visita que realizó a Cuba en 1998, cuando expresó su deseo al entonces mandatario Fidel Castro de que el 25 de diciembre fuera declarado festivo de Navidad, a lo cual el líder cubano accedió.
Del 26 al 28 de marzo Benedicto XVI realizó una visita a Cuba, único país comunista de América, donde ofició dos misas multitudinarias con mensajes en favor de las libertades fundamentales y la reconciliación entre cubanos, y se reunió con Raúl Castro y su hermano Fidel.
Joseph Ratzinger finalizó en la isla su segunda visita a Latinoamérica, que también incluyó a México, y que ha sido el vigésimo tercer viaje internacional cursado en sus siete años de pontificado.