Silencio en el Pley Club, el centro del escándalo sexual del Servicio Secreto de EE.UU
Los agentes que acompañaban al presidente Obama en Colombia habrían llevado a unas 20 prostitutas del Pley Club a los dormitorios de su hotel En Cartagena; el escándalo partió porque a una chica reclamó airadamente al no pagársele lo convenido.
El Pley Club, un conocido local nocturno de Cartagena, de donde procedían las prostitutas con las que un grupo de 11 agentes del Servicio Secreto de EE.UU se fueron de parranda, durante la visita de Barack Obama a Colombia, permanece, una semana más tarde, sumido en el silencio.
El local que se ubica en una casa blanca a unos 20 minutos en automóvil del centro histórico de Cartagena, abre a partir de las ocho de la noche, pero desde que estalló el escándalo, no permite el paso a los periodistas.
La prensa estadounidense señaló que los agentes habrían llevado a unas 20 prostitutas del Pley Club a los dormitorios del hotel donde se alojaban mientras estaban en servicio para preparar la visita de Obama.
Los vigilantes del local nocturno le bajan el perfil a los hecho y los desmienten. “Pierden su tiempo, el Pley Club no fue el lugar donde estuvieron los agentes de seguridad”, dijo uno de los vigilantes en la entrada.
Un local de nivel
El escándalo estalló porque al parecer una de las prostitutas habría reclamado airadamente en el hotel que no se le pagó la tarifa acordada. Hasta ahora, once agentes del Servicio Secreto y al menos diez militares han sido implicados en el escándalo.
El Pley Club es tan popular que en temporada alta comienza a trabajar a partir de las cuatro de la tarde. Los taxistas que llevan turistas al local reciben una comisión, explicó uno de sus clientes.
Ese salón tiene capacidad para unas 150 personas. Además, hay otra zona de la casa con habitaciones, donde pasan los clientes que contratan a las prostitutas. “Las chicas sólo salen a la calle para fumar”, reveló ese cliente. Según María Mendoza, vecina del lugar, el Pley Club es uno de los centros nocturnos más cotizados de Cartagena.
“Llegan muchos autos blindados, la gente se baja y se mete. Los fines de semana este lugar es muy visitado” declaró. El escándalo sorprendió en Colombia, país donde la prostitución no es una actividad ilegal, aunque tampoco está regulada.
“En Cartagena, la prostitución es una fuente importante de ingresos. En general, las prostitutas de Cartagena son mujeres negras, muchas de ellas víctimas del desplazamiento forzado y sin posibilidad de generar recursos para sus familias. Es difícil pensar que la prostitución para turistas y extranjeros en Cartagena no está organizada por proxenetas”, explicó Pilar Rueda, de la Dirección de la Mujer de la Defensoría del Pueblo.
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