Ministro uruguayo: “He fumado marihuana y sentí paz, tranquilidad, alegría”
La confesión se dio en medio de la polémica surgida en el país a raíz de la propuesta del Gobierno de controlar la producción y la distribución de la sustancia.
El secretario de la Presidencia de Uruguay, Alberto Breccia, confesó haber fumado marihuana en una ocasión y haber disfrutado la experiencia, en medio de la polémica surgida en el país a raíz de la propuesta del Gobierno de controlar la producción y la distribución de la sustancia.
“He fumado marihuana (aunque ) no consumo habitualmente marihuana”, dijo Breccia, cuyo cargo tiene rango de ministro, en respuesta a una consulta expresa de los periodistas.
El funcionario, que el próximo 3 de julio cumplirá 66 años y que es doctor en Derecho, señaló que la experiencia que tuvo fue “satisfactoria” pues sintió “paz, tranquilidad, alegría”.
Sin embargo, aclaró que no ha vuelto a fumar desde aquella ocasión. “No es una experiencia que me haya instado a seguirla repitiendo”, argumentó.
Breccia consideró que “para conocer sobre un determinado tema hay que experimentarlo”, aunque luego aclaró que “no en todos” los casos. Además, detalló que la marihuana que fumó se la regalaron y dijo no haber tenido interés en conocer su procedencia original. “No, es un presente que acepté de muy buen agrado. Tenía interés en experimentarlo”, recalcó.
El secretario de la Presidencia, uno de los colaboradores más cercanos del jefe de Estado uruguayo, José Mujica, participó el miércoles en una rueda de prensa con varios ministros en la que se anunció la intención del Estado de controlar la producción y la distribución de marihuana.
El Ejecutivo uruguayo argumenta que actualmente el consumidor de esa droga blanda acaba cayendo en drogas más duras, como la pasta base de cocaína, asociada al aumento de la delincuencia juvenil, por tener que acudir a comprarla en el mercado clandestino.
En Uruguay el consumo de marihuana no está penado, pero sí su producción y comercialización.
Parlamentarios de distintos partidos presentaron el año pasado dos proyectos de ley para legalizar el cultivo de cannabis para uso personal, propuesta que el Gobierno rechaza porque considera que le impedirá controlar la distribución de esa droga y puede convertir al país en un centro regional de distribución de marihuana.