La UE condena derribo de avión turco por Siria y alerta sobre escalada militar
Desde Europa han pedido moderación a todas las partes, advirtiendo sobre los peligros de una escalada en el conflicto y los riesgos de una intervención militar.Sin embargo exigen que la caída del caza sea aclarada.
La Unión Europea condenó este lunes con dureza el ataque sirio a un avión del Ejército turco, pero pidió moderación a todas las partes y advirtió sobre los peligros de una escalada en el conflicto y los riesgos de una intervención militar.
“La Unión Europea condena el inaceptable derribo por Siria de un avión militar turco el 22 de junio”, señalaron en una declaración oficial los ministros de Exteriores de los Veintisiete países comunitarios reunidos en Luxemburgo.
Varios ministros, como el italiano Giulio Terzi y el francés Laurent Fabius, subrayaron el hecho de que el avión atacado iba desarmado y fue derribado sin ningún tipo de advertencia previa.
La UE, en su comunicado oficial, señaló la necesidad de que el incidente sea investigado “en profundidad” y “de forma urgente”, por lo que exigió a Damasco que coopere con Turquía y garantice el acceso a las autoridades turcas para que analicen el suceso.
Al mismo tiempo, los Veintisiete alabaron la “moderada” y “responsable” reacción turca al ataque.
Ankara, por ahora, ha decidido llevar el asunto al Consejo de Seguridad de la ONU y la OTAN, que mañana analizará lo ocurrido en una reunión de embajadores en Bruselas.
La UE prefiere agotar todas las vías de mediación antes de apoyar una intervención armada en Siria, que vive un conflicto interno entre las tropas del presidente Bachar al Asad y las fuerzas de la oposición.
“Cuanta mayor sea la violencia y la militarización del conflicto, más difícil será evitar un resultado que podría suponer una fragmentación sectaria de toda la región, con consecuencias devastadoras durante años”, aseguró el ministro de Exteriores sueco, Carl Bildt.
Entre las grandes preocupaciones de Europa está la posibilidad de que el conflicto armado se extienda al Líbano, según indicaron hoy fuentes diplomáticas.
El ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, subrayó la importancia de “evitar que haya un contagio” a ese país, “una nación en estos momentos extraordinariamente importante para toda la comunidad y, por supuesto, para España”, que tiene tropas desplegadas en su territorio.
La vía militar, según subrayó García-Margallo, “está fuera de cuestión” y “no se está discutiendo”.
“No queremos una intervención”, zanjó el ministro holandés, Uri Rosenthal.
Mientras, el ministro de Exteriores belga, Didier Reynders, descartó una operación al estilo de la llevada a cabo por la OTAN en Libia, pero aseguró que “una presencia militar para garantizar el alto el fuego y asegurar la protección de la ayuda humanitaria es probablemente indispensable”.
Francia -uno de los países más abiertos a un hipotético uso de la fuerza- dejó hoy claro que eso no será posible mientras no haya un marco que lo permita aprobado por el Consejo de Seguridad de la ONU.
Una vez más, los países europeos llamaron a Rusia y China a aumentar en ese foro la presión sobre el régimen de Bachar al Asad y, por primera vez en unas conclusiones formales, reclamaron sanciones de acuerdo con el Capítulo VII de la Carta de Naciones Unidas.
Ese capítulo contempla la imposición de sanciones y la puesta en marcha de operaciones militares para tratar de frenar la violencia en caso de amenazas a la paz o actos de agresión.
La UE ha venido imponiendo sanciones contra el régimen de Damasco por la violenta represión contra la población civil prácticamente cada mes desde que estalló el conflicto en el país.
Hoy, los ministros aprobaron la decimosexta ronda de sanciones, que incluirá en la lista negra a una nueva persona y seis entidades, principalmente de los sectores de las finanzas y las telecomunicaciones, según avanzaron fuentes europeas.
Con los de hoy, son ya 49 entidades las que han visto bloqueados sus activos, mientras que la lista de individuos -a los que además se les prohíbe la entrada en Europa- asciende a 129 personas.
La UE quiere que la comunidad internacional se sume a estas medidas de presión, en especial los países de la región, a los que intentará persuadir hoy durante un encuentro con el Consejo de Cooperación del Golfo