Esta es la fórmula del presidente uruguayo para que el Estado controle venta de marihuana
José Mujica argumentó que el control estatal "nos ahorramos un montón de delitos, porque como roban la plata, el que tiene el vicio sale a robar y eso además del delito, son mas costos para el Estado. Mas razonable reconocer el hecho y empezar a manejarlo".
El presidente de Uruguay, José Mujica, explicó este jueves en Colombia su “tesis” de cómo el Estado debe manejar la venta de marihuana e indicó que no quiere que su país sea dominado por el narcotráfico.
“Tenemos (en Uruguay) unos 150.000 consumidores de marihuana, que de alguna manera tienen que conseguir la droga porque tienen el vicio (…) el mercado existe. No lo inventamos nosotros. Nuestra tesis es que ese mercado lo maneje el Estado a un precio razonable, barato y registrando lo que consume cada uno (…) señaló Mujica.
El gobernante uruguayo consideró que así “nos ahorramos un montón de delitos, porque como roban la plata, el que tiene el vicio sale a robar y eso además del delito, son mas costos para el Estado. Mas razonable reconocer el hecho y empezar a manejarlo”.
Mujica presentó el pasado el 20 de junio al Parlamento de su país una propuesta para legalizar la venta de marihuana y otorgar al Estado el control del consumo de estupefacientes.
Según la iniciativa, que incluye 16 medidas, si el Estado se hace cargo de la venta de marihuana, y legaliza el mercado de estupefacientes, arrebatará un importante margen de ganancia a los narcotraficantes.
También confía en que, de esta manera, los actuales adictos a la “pasta base” de la cocaína, elijan una droga “blanda” como la marihuana.
Defendió su propuesta y dijo que se propone convencer a la opinión pública sobre la conveniencia de que el Estado asuma el control de ese negocio.
“Hay que tener viento a favor en este asunto y vamos a convencer a la opinión pública, antes que presentar un proyecto de ley de legalización”, anotó.
Según lo declarado por Mujica a la Radio Cadena Nacional (RCN) de Colombia, esa legalización sería similar a la del tabaco, o “como pasó con el alcohol, como pasó con la prostitución, y los hombres no querían ver lo que existía y aprendieron que era mejor organizar lo que realmente existe”, apuntó el presidente uruguayo.
Precisó que “hay unas 2.000 bocas de venta” en un país de “apenas 3 millones de habitantes” y calculó que en Uruguay hay “uno 200.000 adictos” por lo que insistió en que no quiere ser “un país dominado por el narcotráfico”.
Más que la droga, subrayo, “nos preocupa el narcotráfico” y admitió que “unos 200.000 borrachos no es un problema” y remarcó que si bien en Uruguay hay “otros vicios sociales, el problema es el narcotráfico, mucho mas que el vicio”, pues, explicó, “el vicio es un problema médico y el otro un problema policial insoluble“.
Aclaró que en Uruguay “nunca vamos a legalizar todas las drogas” e insistió en que “regularizamos, quizá la menos dañina (la marihuana) con ciertos límites y si pasa el límite, vamos a discutir en el hospital. Pero no clandestinamente”.
En Uruguay, puntualizó, “al consumidor no se le castiga, se le castiga al que vende, pero si hay consumidores, a alguno tiene que comprarle”