Obama recuerda a las víctimas del tiroteo en unos cines en Colorado
En su acostumbrado discurso radiofónico semanal, Obama ofreció ayuda a las autoridades locales para llevar ante la justicia al responsable de este crimen "atroz".
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, recordó hoy a las víctimas del tiroteo perpetrado en unos cines en Colorado (EE. UU), donde murieron 12 personas y más de medio centenar resultaron heridas.
En su acostumbrado discurso radiofónico semanal, Obama ofreció ayuda a las autoridades locales para llevar ante la justicia al responsable de este crimen “atroz”.
Las autoridades han detenido a James Holmes, de 24 años, como presunto autor de los disparos en un complejo de cines en Aurora, a las afueras de Denver, la capital del estado de Colorado, durante la presentación de la película “The Dark Knight Rises”.
“Daremos todos los pasos posible para garantizar la seguridad de nuestros ciudadanos”, aseguró el presidente, que se solidarizó con los habitantes de Colorado en estos “extraordinariamente difíciles momentos”.
Varias ciudades de EE. UU, entre ellas Aurora, Washington y Nueva York, han reforzado las medidas de seguridad en los cines donde se exhibe la nueva entrega de la saga de Batman después de la matanza de la pasada madrugada.
“Nunca sabremos por completo qué lleva a alguien a quitar la vida a otra persona, pero sabemos lo que hace que la vida merezca la pena”, señaló Obama, quien el viernes declaró un día de luto nacional por la tragedia.
El presidente recordó que las víctimas que perecieron en el tiroteo eran padres, madres, esposos, hijos, hermanos y amigos que tenían sueños por cumplir y este suceso “es un recordatorio de lo frágil que es la vida”.
“Nuestro tiempo es limitado y precioso” agregó Obama, quien exhortó a los ciudadanos a pasar tiempo con los seres queridos y apoyar a aquellos que los hayan perdido.
Tanto el presidente, como su rival republicano para la presidencia, Mitt Romney, suspendieron el viernes todas sus actividades de campaña tras conocerse el tiroteo.
Ambos condenaron el tiroteo y expresaron su apoyo a las víctimas, pero eludieron abrir el debate sobre la posesión de armas de fuego por parte de los ciudadanos.