Un avión espía de EEUU mata a 16 insurgentes en Pakistán
En la última semana ha habido al menos tres ataques con aviones espía en Waziristán del Norte, lo cual ha motivado que arrecien en Pakistán las críticas por el programa estadounidense de "drones" (zánganos), nombre con el que se conoce estos aparatos.
Varios misiles lanzados desde aviones no tripulados de EEUU mataron este viernes 24 de agosto a un total de 16 insurgentes en el área tribal de Waziristán del Norte, en el oeste de Pakistán, informaron medios locales.
De acuerdo con la cadena Geo y el diario Express Tribune, se produjeron tres ataques en el distrito de Shawal que dejaron, además de los fallecidos, entre trece y catorce heridos.
Esas versiones se producen después que un funcionario del organismo gubernamental de coordinación para las áreas tribales afirmara que se había producido un único ataque que había tenido como escenario la aldea de Tundar.
Consultada poco después del mediodía, esa fuente cifró en cuatro los insurgentes muertos en el bombardeo.
En la última semana ha habido al menos tres ataques con aviones espía en Waziristán del Norte, lo cual ha motivado que arrecien en Pakistán las críticas por el programa estadounidense de “drones” (“zánganos”), nombre con el que se conoce estos aparatos.
Ayer, el Ministerio de Exteriores paquistaní presentó una queja formal a un “representante diplomático” estadounidense y “le transmitió enfáticamente que esos ataques son inaceptables”, según informó en un comunicado ese departamento gubernamental.
En el texto no se precisa la identidad del “representante diplomático” estadounidense.
Waziristán del Norte es una de las siete demarcaciones que conforman el cinturón tribal paquistaní fronterizo con Afganistán y este año ya se han registrado allí cerca de treinta bombardeos con una cifra de muertos que supera muy ampliamente el centenar.
Esta región tribal nunca ha estado bajo completo dominio del Estado y sirve de refugio a numerosas grupos yihadistas, miembros de la red Al Qaeda o facciones talibanes, en especial la conocida como red Haqqani.
El presidente estadounidense, Barack Obama, aumentó notablemente la frecuencia de estas operaciones tras asumir el poder en 2009, como parte de su estrategia para encontrar una salida a la guerra afgana, en la que Pakistán es un elemento clave.