Enviado de la ONU en Siria: “Mi misión es imposible”

“Llego a este trabajo con los ojos abiertos, sin ilusiones. Sé lo difícil que es” señaló , el argelino, Lakhdar Brahimi, flamante sucesor de Kofi Annancomo como enviado a Damasco de la ONU y La Liga Árabe para mediar por el conflicto en Siria durante un reportaje concedido a la BBC en la ciudad de Nueva York.

Al ser consultado por los alcances de la compleja misión que enfrenta, y si ha llegado a considerarla como una labor  prácticamente imposible, Brahimi respondió: “Supongo que sí, si lo dice Kofi (Annan). Es definitivamente una misión muy difícil. Kofi ha hecho todo lo posible (…) y no puedo pensar en nada que yo hubiese hecho diferente a él”.

“Estoy asustado por el peso de la responsabilidad. La gente ya está diciendo que hay muertos y (está preguntando) ¿Qué está usted haciendo?”, comentó el diplomático quien ocupó durante su carrera internacional varios puestos en la ONU, incluido el de enviado para Afganistán.

“Y no estamos haciendo mucho. Eso en sí mismo es un peso terrible”, puntualizó.

El nuevo enviado para Siria calificó, además, al régimen del país árabe de “intransigente” ante la escalada de la violencia y dijo que hay una parálisis en el Consejo de Seguridad de la ONU, en el que China y Rusia continúan vetando resoluciones destinadas a presionar a Damasco a que acabe con los enfrentamientos internos.

Un plan contra la violencia

Lakhdar Brahimi dijo que espera mantener el plan de paz de Annan, con una posible adaptación, si bien admitió que tiene “ideas pero todavía no un plan“. Agregó que un cambio político en Siria es “fundamental y urgente”, pero -señaló- “el cambio no debe ser cosmético”.

En esta línea, Brahimi  también trató de mantener distancia con los rebeldes sirios al afirmar que no se unirá a ellos puesto que, dijo, “estoy trabajando para dos organizaciones internacionales, las Naciones Unidas y la Liga Árabe”.

Paralelamente cabe apuntar que con la llegada del mes de septiembre se han mantenido los niveles de violencia en el país. Este lunes al menos tres personas murieron y quince resultaron heridas por la explosión de un coche bomba en Yarmana, un suburbio de Damasco cuya población es mayoritariamente drusa y cristiana, según fuentes médicas.

Fuentes oficiales acusaron a “terroristas” de este nuevo atentado en Yarmana, pero no ofrecieron detalles sobre el número de víctimas, mientras que algunos grupos opositores elevaron la cifra de fallecidos a cinco.

En esta misma jornada, los bombardeos de las tropas del régimen sirio contra la ciudad de Al Bab, en la provincia septentrional de Alepo, causaron una veintena de muertos, según los grupos opositores.